La renovación de Iker

IKER Casillas y Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, acercaron este fin de semana posturas. Era una reunión fijada de antemano desde hacía varias semanas. No fue convocada con urgencia. Y en cuanto el presidente ha encontrado un hueco tranquilo, se ha sentado a comer con Iker. Fue un almuerzo necesario, donde no se habló ni de contratos ni de dinero. Ese es un asunto que maneja el agente de Iker, Ginés Carvajal, desde una trinchera y Florentino desde el lado de la patronal. Antes de esa cita, el acuerdo sobre su salario estaba algo más claro. Cada uno sabe donde está. Aunque más cerca de lo que la mayoría de la gente cree. Y por eso no era el día de hablar de parné. Sin embargo, lo más importante de ese encuentro fue saber de primera mano qué pensaba el uno del otro. A la cara. Sin altavoces, sin intermediarios. Florentino supo de primera mano todo. Que Iker desea seguir en el Madrid, de entrada. Iker, por su parte, le aclaró que trabaja, mejora y perfecciona a diario su estilo en los entrenamientos. Vamos, que mantiene la misma ilusión del primer día. Con ese mensaje, Iker desactivó algunos mensajes que le llegan al presidente. Y le matizó que él sí tiene «hambre de éxitos». Las dos partes quedaron satisfechas. Y por fin se asomó en la atmósfera un ambiente de complicidad. En menos de un mes, el acuerdo debería ser firme. En caso contrario, y si entra el mes de diciembre, todo el mundo del fútbol sabe que desde Inglaterra entonces sí «atacarán» en serio. Manchester United y Arsenal siguen de cerca la resolución del caso.