León se parapeta en su defensa
El equipo de Aranzana frena a L'Hospitalet para seguir abriendo brecha con los perseguidores en la clasificación
L'Hospitalet venía con una aureola de gran ataque y con el MVP de la liga, un Thomas Terrell que sufrió un problema en un dedo en los primeros minutos del partido. Y si su media de puntos tras seis jornadas ascendía por encima de los 80 ayer vio como se quedaba en poco más de la mitad. Fueron 43 para ser exactos los que consiguió ante un Baloncesto León que sucesivamente lo dejó en 7, 12, 14 y 10 puntos en cada cuarto. El equipo leonés tiene esta temporada el sello de Gustavo Aranzana y como siempre repite el técnico, los partidos se ganan desde atrás. Y eso hizo León una vez más en el Palacio de Deportes. Había estudiado bien al rival y conocía como frenarlo, y eso combinado con su control del juego le permitió sumar una cómoda victoria que sólo se vio cuestionada de forma tibia en el tercer cuarto. De entrada Aranzana varió la que venía siendo su pauta habitual y situó a Panadero y a Dani García en el quinteto inicial, sacrificando a Bulfoni y a Higgins. Y con esos efectivos sobre la cancha León dio toda una lección desde el primer instante de solidez defensiva. El equipo sabía de los recursos del rival catalán y se vio obligado a defender muy abierto porque si todo pasaba por la pintura el dominio sería local. Por ello el conjunto leonés buscó en el arranque a un Barnes que sólo entró en el partido a rachas. Por fuera Mills y Jeffers ofrecían un duelo atractivo, con detalles muy valorados en la grada como un robo en el centro de la pista del «nuevo» al «ex», que ayer no tuvo un día afortunado y se fue con un duro -9 en valoración en las estadísticas, al sumar cuatro puntos y coger dos rebotes. Ya en este cuarto se empezaron a hacer patentes unos porcentajes extremadamente bajos y un León que cerraba bien el rebote pero no conseguía cuajar sus contraataques. El rival se estrellaba contra la defensa local y se exhibía muy fallón. Con seis puntos de ventaja para León arrancó un segundo cuarto en el que por fin despertó Terrell, principal referencia de L'Hospitalet. Sumó una primera canasta que dio paso a un parcial de 11-0 que situó el marcador en un claro 24-9. El rival estuvo más de cinco minutos sin anotar pero fue ahí cuando despertó Terrel para otorgar algún punto a un equipo muy necesitado. Los recursos tácticos permitían el intercambio de leves parciales y con trece puntos de renta para León llegó el descanso (32-19). El conjunto catalán había conseguido 5/23 en tiros de dos (21%) y la estadística era bien evidente. León acumulaba un 42 de valoración y la suma de los jugadores de L'Hospitalet era un paupérrimo 3. El tercer cuarto fue el mejor del equipo catalán. Endureció su defensa y consiguió frenar en seco a Baloncesto León, lo que llevó al partido a sumarse en una sucesivos de fallos y errores. L'Hospitalet intentaba asfixiar la dirección de juego de León y cuando habían transcurrido más de cinco minutos el equipo sólo había anotado un triple de Panadero (40-31). El rival había estado a ocho puntos y ese fue su último atisbo para llevarse la victoria. Y más porque la muñeca de Dani García estaba caliente y otro triple elevó a renta por encima de los diez puntos, mientras el rival fallaba cuatro tiros libres consecutivos, incluidos los de una antideportiva señalaba a Mills que otorgó una gran opción a L'Hospitalet. El rival mantuvo su presión sobre la dirección de juego y trabajó con la zona para intentar apurar sus opciones. En medio de esa guerra táctica Aranzana estrenó por vez primera en esta temporada un recurso muy clásico, el doble base. Y le dio buen resultado puesto que fue el momento en el que definitivamente León se despegó en el tanteador y liquidó las remotas esperanzas del rival. Y es que fue un último cuarto para el deleite de la afición, con Dani elevando la renta por encima de los veinte puntos con dos triples consecutivos, a los unió otro Rocchia para subir la ventaja a un máximo de 24 (64-41). La afición estaba con el equipo una vez más y León aparcó definitivamente el fiasco de La Palma. Lo único negativo fue un problema en un tobillo que sufrió Panadero en el tercer cuarto, aunque tras el primer examen sólo se le ha diagnóstico un pequeño esguince. Ahora toca semana con doble jornada. El miércoles, visita a Plasencia y el domingo viene Tarragona.