| Reportaje | Tenerife-León |
El casi derbi con más morbo
El intercambio de entrenadores y de bases se une, en el retorno de los canarios a la LEB, a la larga historia de intensos precedentes
Los cruces de Tenerife y Baloncesto León tienen una larga historia. Incluso en materia de play-off. Y si alguien lo duda que le pregunten de Martín Ferrer, que ha sido blanco directo de las iras de la afición canaria en los últimos enfrentamientos, hace ahora un par de temporadas. Pero este año hay mucho morbo añadido. En este casi derbi se produce un curioso cruce de banquillos. El Tenerife lo dirige ahora Ángel Jareño y el León de este año está en manos de Aranzana. En términos ajedrecísticos se diría que se ha producido algo parecido a un enroque. Y también existe intercambios de jugadores. Scooter Barry estuvo la campaña pasada durante algunas semanas con el equipo isleño y en este milita este año el segoviano Pedro Rivero, un jugador que protagonizó una curiosa «espantada» en el pasado verano. Rivero tenía cerrado el acuerdo con León e incluso manifestó públicamente su deseo de no cambiar de equipo, y pocas horas después optó por emigrar a Tenerife por una diferencia económica que apenas rozaba el diez por ciento. La cautela se ha impuesto en ambas partes y todos dicen que es un partido más. El mensaje es reiterado, pero poco creíble. El viernes en La Hamburguesa no faltarán en la pista, seguro, muchas ganas de llevarse el triunfo.