Luis reduce los entrenamientos físicos en vísperas de la repesca

Aragonés confía en que haya un antes y un después de la repesca mundialista en la historia de la selección española desde que él está al frente, al menos en lo que se refiere a la actitud, fe, autoestima y prestaciones del equipo. Para ello, no sólo piensa cambiar el equipo y el sistema de juego ante Eslovaquia sino también modificar algunos hábitos de la concentración y reducir los entrenamientos. Pretende compatibilizar exigencia máxima y relajación. Entrenamientos intensos, con partidillos a ritmo de competición, pero menos repetidos para evitar saturar a los futbolistas. Luis suspendió la sesión preparatoria vespertina prevista para este miércoles y la sustituyó por un vídeo sobre las virtudes y defectos de Eslovaquia, un equipo menor pero del que nadie se fía a estas alturas. Aunque son poco dados a las sesiones teóricas y técnicas, no viene mal a los internacionales conocer algo del rival. «Hasta hoy no sabemos apenas nada, por lo menos yo. Sólo conozco a un defensa eslovaco (Martin Petras) que me metió un viaje tremendo en las costillas en el partido de Champions ante el Sparta de Praga», bromeó Reyes. Tampoco habrá entrenamiento matinal el viernes. En su lugar, se organizará una sesión de baño y masaje. Sí se mantiene el ensayo final y oficial en el Calderón. Para entonces todo estará ya más que decidido y probado. Raúl marcó en el ensayo Luis es partidario de correr ese riesgo pero tener el equipo bien atado y no dar síntomas de duda. En el partidillo de una hora que organizó repitió con los protagonistas del día antes. El técnico cambiará el 4-4-2 por el 4-3-3-. ¿Apuesta más ofensiva? Según se mire. Por un lado, juega con tres delanteros; por otro, renuncia prácticamente a una banda y refuerza el centro con tres jugadores en el eje. El último duelo entre titulares y suplentes no invitó al optimismo, ya que los primeros se impusieron por un exiguo 1-0, obra de Raúl al que le anuló otro.