Galis sólo teme... ¡al horario! La espina de Michel Salgado

Ni Raúl, Torres y compañía. Tampoco el 4-4-2 o el 4-3-3, los extremos, el triple pivote o las innumerables zanjas que rodean la 'isla' Vicente Calderón. Nada de esto. Eslovaquia sólo tiene una preocupación y no tiene nada que ver con el fútbol. Es el horario. Los centroeuropeos se quejaron con amargura de que el partido comience a las diez de la noche, algo sorprendente e intempestivo para ellos. Es una circunstancia externa a la Federación Española de Fútbol. El horario lo marca la televisión (en este caso TVE) y los futbolistas lo tienen que asumir. A pesar de que las quejas provienen del equipo contrario, a los españoles tampoco les hace mucha gracia tener que jugar a esas horas. Reconocen estar más acostumbrados, pero no le harían ascos disputar la ida a las ocho o a las nueve. «No podemos hacer nada. Está así y punto», comentó el capitán eslovaco, Miroslav Karhan. El ex jugador del Betis reconoció que a esas horas suele estar casi dormido, al igual que su seleccionador. «Es muy tarde para jugar al fútbol», indicó resignado Dusan Galis. Sabedor de que es imposible hacer algo para modificar la hora, el veterano seleccionador se lo tomó con humor. «No nos van a coger dormidos, aunque nunca preparo un partido de esta importancia a esas horas». En el aspecto deportivo, Galis podrá contar con Karham y Skrtel, recuperados de forma milagrosa para el doble duelo. Nadie se quiere perder la eliminatoria y los dos futbolistas, a pesar de estar con molestias, jugarán de inicio. Un autentico alivio para Galis. El ex jugador del Cádiz quiere prolongar el idilio con la buena suerte que tiene el fútbol eslovaco. Orden y esfuerzo El Artmedia de Bratislava ya se clasificó para la Liga de Campeones. Ahora sólo falta que Eslovaquia lo haga para el Mundial y completar una temporada gloriosa. Sin embargo, Galis es consciente de las limitaciones de su equipo, pero también de sus virtudes. «España tiene más calidad. Nosotros más orden». Su lema, desde que cogió a clubes de su país como el Slovan, el Spartak o el Artmedia, es la superposición del conjunto a la individualidad. «Tenemos que sufrir y entregarnos», comentó el seleccionador antes de partir hacia Madrid. Ese es el manual de Galis. Mucha defensa, dejar pocos espacios y aprovechar las escasas oportunidades que tendrán en el Vicente Calderón. Míchel Salgado tiene una espina clavada y se toma «la obligación» de estar en el Mundial de Alemania como «una cuestión personal». El defensa madridista no fue convocado por Camacho para el Mundial de Corea y Japón, y la mala suerte se cebó a última hora con él en forma de lesión y le impidió acudir a la Eurocopa de Portugal. Con el puesto asegurado en el lateral derecho, aunque Luis también cuenta para esa posición con Sergio Ramos, el jugador gallego es consciente de que se encuentra ante una de las grandes oportunidades de su carrera. Para Salgado fue un golpe «durísimo» quedarse fuera de la Eurocopa por una pequeña rotura fibrilar por la que fue descartado por Iñaki Sáez. Entonces se lamentó de que se adoptase una decisión «precipitada». «Tengo una espina clavada, sobre todo después de la Eurocopa y aquello me dolió. Tengo unas ganas enormes de estar en el Mundial y espero que el equipo tenga también muchas ganas», indicó Salgado que avisó de la posible presión por la «obligación» de estar en Alemania, mientras que para Eslovaquia la clasificación sería algo «histórico». El defensa no tiene «problemas» por si Luis Aragonés decide jugar con una 'banda muerta' porque está «acostumbrado a jugar sin nadie delante», y resaltó las «muchísimas ganas» de jugar el partido después de una concentración larga y ante la importancia del choque. Sin embargo, Salgado prefiere no decir ningún resultado. «Lo prefiero, porque los resultados son los que se dan en el campo y antes de esto no valen de nada. Lo mejor es que no nos marquen y a partir de ahí cuanto más claro sea, mejor», opinó el madridista que de todos modos cree que «un 2-0» empezaría a ser «un gran resultado».