TENIS
La veloz moqueta de Shangai resta posibidades al triunfo final a Federer y a Nadal Para el balear el secreto estará en «pegarle más plano a la pelota»
Llega el cierre de la temporada en el circuito ATP con la Copa Masters, esta vez enmarcada en el atrayente escenario de esa sensacional construcción llamada Qi Zhong Stadium, el mejor complejo tenístico del mundo. El torneo ha dado un salto espectacular: de Houston a Shanghai. De la pista dura de cemento a esta gerflor-taraflex, una moqueta sobre la que la pelota adquiere una extraordinaria rapidez. Esa superficie ha originado una catarata de protestas a los organizadores por parte de la mayoría de los ocho participantes, entre ellos Federer y Nadal, a simple vista los favoritos. A quien le encanta la superficie es al croata Ljubicic, porque su servicio adquiere más velocidad que nunca. Plasmada esa premisa sobre las características de la pista, nadie duda en proclamar que este Masters viene a ser algo así como el torneo de la fatalidad. No sólo por las ausencias de Safin, Hewitt y Roddick, sino también por los achaques que padecen algunos de los primeros espadas debido a la exigencia de un circuito que cuando llega el final de campaña suele cobrarse más de una víctima. Rafa Nadal se presenta como debutante en la Copa Masters con unas credenciales admirables: 77 victorias durante la temporada con 7 derrotas. En su haber figuran 11 títulos, entre ellos Roland Garros, su primera captura de un Grand Slam. Ahora está con el deseo de hacerlo lo mejor posible, sin hablar para nada de sentirse candidato al título, precisamente porque admite que la moqueta no es su superficie ideal. Rafa ha insistido en que será vital la forma de plantear los partidos. Cree que no sólo el saque es fundamental, sino «el estilo de jugar la bola, de correr sobre la cancha». Entiende que habrá que golpear más plano. Piensa que en este escenario «influye si el contrario saca bien». «Si fallas una bola o dos normalmente te vas para casa, y a partir de ahí el partido se vuelve más igualado y puede pasar cualquiera». Nadal sabe que para él crecerán las dificultades en la lucha sobre la moqueta. Su primera cita, contra el argentino Gaudio el lunes.