Diario de León

El tanto inicial del Marino desata la furia de la Deportiva en Luanco (1-4)

Los blanquiazules le dieron la vuelta antes del descanso y machacaron en la segunda parte Pichi Lucas: «¿Cómo no voy a estar enfadado si nos han metido cuatro goles?» <

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Ramón Díez - enviado especial | luanco
León

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La Sociedad Deportiva Ponferradina conoció la victoria a domicilio esta temporada en Luanco y lo hizo con una soberbia goleada sobre el conjunto asturiano que no dejó lugar a dudas sobre la justicia del marcador final. Por esas cosas que tiene el fútbol, el cuadro de Pichi Lucas ha dado su mejor versión ofensiva cuando no estaban en el campo dos de sus mejores efectivos en el aspecto atacante, como son Rubén Vega y Fran. Pero ahí estaban Asier Salcedo, Diego Ribera y los defensas Alberto y Toñín para firmar la victoria. Mención especial merece el tanto del lateral derecho blanquiazul, el segundo del equipo ayer, materializado desde fuera del área y de espaldas al marco luanquinto en una media chilena que superó al meta Guillermo. Con todo, el encuentro empezó de mala forma para la escuadra ponferradina ya que el Marino se adelantó en el marcador gracias a una acción de estrategia. Jorge Valiente botó un golpe franco desde la derecha y lo hizo poniendo la pelota en el segundo palo donde el central Samuel cabeceó hacia la frontal del área chica y allí apareció Jabuti para rematar casi a placer, pese a estar rodeado de jugadores bercianos, al fondo de la red sin que Manolo Rubio pudiera enmendar la plana. Aquello tenía mala pinta porque ya se sabe que a la Deportiva le cuesta mucho hacer goles a domicilio, de hecho el único que ha marcado lo hizo Rubén Vega en San Sebastián y no valió para nada. Pero esta vez había capacidad de reacción en las filas rojas (así vestían ayer los de Lucas) y el partido iba a registrar un vuelco espectacular. En un campo más bien reducido de dimensiones y con el firme más blando de lo normal por aquello de las últimas lluvias, los bercianos empezaron a progresar, haciendo daño por las bandas gracias al empuje casi de cuatro laterales, como eran Toñín y Chupri por la derecha y Fuentes y Asier por izquierda. Gorka y Úriz, como de costumbre, empezaron a galvanizar el juego en la zona ancha y el balón rondaba con asiduidad los dominios de Guillermo. Puede que el gol logrado por Jabuti condicionara el propio fútbol local, ya que el equipo azulón se pertrechó atras, pero más bien parecía por acción y efecto del empuje ponferradino. El caso es que Chupri pudo haber empatado mediado el primer acto luego de una penetración de Fuentes y Asier por la siniestra. Éste último centró raso y el balón le llegó al palentino, libre de marca en el segundo palo contra el que estrelló espectacularmente la pelota. Le sobró potencia y le faltó colocación. Debió verlo muy claro. Asier Salcedo estaba fino ayer y a punto estuvo de batir a Guillermo en una acción personal en la que el meta local supo rechazar el cuero aunque fuera con apuros. Se acercaba la media hora de partido y ahí justo fue cuando se produjo la merecida igualada. Diego Ribera bota un córner desde la parte izquierda del ataque berciano y lo hace muy cerrado. Bornes desvía lo justo en el primer poste como para despistar a la zaga y el meta locales, estando más listo que nadie Asier Salcedo para empujar el balón casi sobre la mismo raya de gol. Ese tanto no sirvió para calmar a una Deportiva sedienta de éxito que siguió volcada en busca de mayor botín. Toñín hace un gol histórico Faltaban cinco minutos para el descanso cuando un ataque visitante dejó el balón suelto cerca de la frontal. Diego Ribera llegó con fuerza y lo condujo hasta las inmediaciones de Toñín, que no se lo pensó y golpeó hacia atrás, intuyendo que Guillermo estaba desplazado del marco para superarle por arriba marcando un tanto que se recordará por mucho tiempo. En la segunda parte el Marino trató, con más corazón que cabeza, de lograr la igualada. No lo consiguió porque la Deportiva aguantó sin problemas e hizo dos goles más. El primero de Ribera al transformar el penalti cometido por Pantiga sobre Asier y el segundo ya cerca del final cuando el central Alberto empalmó raso a la red un córner botado por Diego Ribera y que contó con la pasividad luanquina.

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