El empate sin goles en Liverpool apea al Betis de su sueño europeo (0-0)

Al Betis le queda un último partido en casa frente al Anderlecht, con el que se despedirá de la Champions para pasar a la Copa de la Uefa, ya que el empate que sacó en Anfield Road fue insuficiente para evitar lo que parecía inevitable: que el campeón de Europa sellase el billete para octavos junto al Chelsea. El equipo sevillano no pudo con la defensa del Liverpool, apenas inquietó a Reina, y tuvo que rendirse ante la superioridad del conjunto de Rafa Benítez, que perdonó numerosas ocasiones frente a un rival diezmado por las lesiones en la delantera. Se entregó el Betis en el teatro de los sueños , pero no pudo dar más, aunque en el minuto 93 rozase la proeza, con un córner que sacó Reina en la línea y que habría sido glorioso para el club andaluz. Fue el último cartucho de un equipo que tuvo mucha lucha pero escaso juego y nula llegada para hacer soñar a sus seguidores con la continuidad en la gran competición. El Betis, que fue de más a menos, dominó gran parte del primer tiempo, y tuvo un buen arranque ante un Liverpool que tenía clara la estrategia: controlar defensivamente y salir al contraataque. Jugó directo el equipo sevillano en los primeros 20 minutos y dominó el centro del campo en principio, pero cometió excesivas impresiones en ataque y sólo tuvo una ocasión en toda esa mitad, un cabezazo de Xisco que fue a las manos de Reina, perfectamente colocado. Pero cuando los ingleses decidieron apretar, aun sin grandes alardes, cundió el miedo en la zaga visitante, con tres ocasiones de gol consecutivas de Crough que rozaron el poste. El Liverpool, liderado por Gerrard, forzó cuando quiso y llegó con mucha claridad, aunque también le faltó puntería. Después de pasarlo muy mal el Betis prefirió mantener el balón y tocar en el medio campo, pero volvió a demostrar su falta de ideas en ataque ante un rival bien colocado que se encontraba cómodo y esperaba para dar el golpe. Doblas tuvo que emplearse ante un zapatazo de Gerrard en otra llegada aislada del Liverpool para responder a la oportunidad de Xisco, y con las luces apagadas arriba, el Betis optó por las individualidades. Ahí apareció por fin por la banda derecha Joaquín, pero el extremo, después irse en velocidad y regatear a dos defensas, se entretuvo demasiado y desperdició una gran oportunidad. Con el Chelsea ganando al Anderlecht por 0-2, al Betis no le quedaba otra que arriesgar para continuar en la Champions, pero no sólo no generó fútbol, sino que se mostró impotente para tener profundidad y crear peligro, y volvió a sufrir ante un Liverpool que cada vez que llegaba acariciaba el gol. Así ocurrió con los remates casi consecutivos de Crough y Morientes, en el momento de mayor autoridad de los británicos, tranquilos atrás y rápidos e incisivos arriba, buscando con acierto a sus dos delanteros. Después salió Cissé por Morientes, cuando el Betis ya había desaparecido de medio campo hacia delante y el Liverpool se había hecho dueño casi absoluto del partido. El Betis insistió demasiado por el centro y el equipo de Serra Ferrer también comenzó a acusar el cansancio, con demasiado espacio entre líneas, aunque se mantenía en el medio campo gracias al trabajo de Arzu y Rivera. El Liverpool, ya muy superior, aunque parecía que se conformaba con el empate, siguió intentándolo, pero volvió a fallarle la puntería a Crouch, el gigante que está negado con el gol desde que fichó por el equipo de Benítez.