Ademar tutea al Barça y mejora su imagen pero cae otra vez de un gol (30-31)

No era fácil jugar un partido como el de ayer. Después de decir adiós la víspera a la final de la Supercopa por un sólo gol de diferencia, salir de nuevo a la cancha con ambición para pelear por el tercer puesto con el Barcelona era complicado. Pero el Ademar lo hizo. Tuteó al Barça durante los sesenta minutos y mejoró su imagen como equipo, sobre todo en ataque. El capítulo ofensivo, en el apartado posicional, subió ayer enteros. Se jugó más y mejor con el pivote y sobre todo con los extremos. Las bandas del Ademar firmaron nueve tantos frente a los seis que totalizaron en el partido ante el Magdeburgo alemán. Y sin embargo, el equipo de Manolo Cadenas volvió a perder por un sólo gol de diferencia. 30-31 ayer y 26-27 el sábado frente a los alemanes del Magdeburgo. Unas diferencias muy escasas que hacen pensar que tal vez sólo con un poco más de suerte y de acierto el Ademar hubiese realizado en esta décima edición de la Supercopa un papel bien distinto. En todo caso, eso es entrar en el terreno de las elucubraciones y la realidad fue otra. La realidad coloca al Ademar en el cuarto escalón de la Supercopa. El partido entre leoneses y catalanes estuvo marcado por una tremenda igualdad durante los sesenta minutos. Las ventajas se alternaban de forma continua. Si cualquiera de los dos se adelantaba en el marcador -nunca por encima de los dos goles- el rival apretaba un poco más el acelerador y volvía a igualar el choque. Pronto quedó muy claro que el de ayer era un encuentro que se decidiría en los minutos finales porque ni Barcelona ni Ademar eran capaces de tomar ventajas significativas en el marcador. De entrada, Manolo Cadenas puso en cancha un septeto no muy habitual. Alilovic en la portería, acompañado por Curuvija-que ayer volvió al equipo tras el descarte de Krivoschlykov- Roberto García, Entrerríos, Ivo Díaz y Carlos Prendes. Las cosas no arrancaron bien. Dos rápidas contras del Barça ponían un 0-2 en el marcador que hacía pensar en otro flojo inicio del Ademar. Esos comienzos que dejan al rival irse de cuatro o cinco goles arriba que luego pesan como una losa el resto del partido. Por suerte no fue así. El Ademar se mostró como un equipo motivado que no iba a regalar el tercer puesto a los catalanes. En el ataque posicional, el balón circulaba de forma mucho más fluida que el día anterior contra los alemanes del Magdeburgo. El cuero iba mucho más rápido y se creaban más situaciones de peligro en las diferentes posiciones. Ivo Díaz y Perales respondieron como centrales repartiendo juego y aportando también en ataque. Primer gol en contra de Juanín El partido seguía apretado cuando se produjo el primer gol oficial de Juanín contra el Ademar. Para las estadísticas y para la curiosidad, quedará que el extremo lo marcó en el minuto catorce de la primera parte. Se lo hizo a Jorge Martínez fiel a su estilo: entrando con decisión por su banda izquierda. Era el tanto que volvía a poner al conjunto azulgrana uno arriba en el marcador: 7-8. El extremo fue, junto a Jeppesen, el máximo anotador de su equipo. Seis goles llevaron su sello y cinco de ellos los firmó tras culminar una de sus típicas galopadas por la banda. Como no podía ser menos, los primeros treinta minutos no arrojaron luz sobre quien se llevaría el tercer puesto. Quedaba todo a expensas de lo que sucediese en la segunda mitad. En cualquier caso, estaba claro que ambos llegarían al final con opciones. Y que al igual que sucedió ante el Madburgo, el final sería a cara o cruz. En la segunda mitad, Cadenas siguió dando minutos a Ivo y a Perales como directores de juego. El cántabro, junto con Raúl Entrerríos fue el encargado de llevar el peso ofensivo del equipo. En defensa, el equipo cumplió pero la portería sigue en la racha negra que mantiene desde hace varios partidos. Ni Jorge ni Alilovic estuvieron a su nivel. Es más, el bosnio Alilovic no parece estar en las mejores condiciones anímicas para colocarse bajo los palos. Se le nota presionado en exceso y las ansias por querer parar le llevan a venirse abajo cada vez que le cuelan dos o tres goles seguidos. Cadenas intenta motivarle en cada encuentro y darle minutos pero aún no ha sido capaz de responder a esa confianza. Cada ataque del Barça acaba, casi de forma invariable, en gol. Demasidas ventajas para un Barcelona que además «disfrutó» de otro partido poco brillante de Laluska y Kjelling. A falta de seis minutos el Barça se adelantó de tres tantos (26-29). Parecía ya una ventaja casi definitiva pero los leoneses volvieron a echar mano de la casta para llegar al último minuto con opciones de victoria. Por desgracia no pudo ser. La moneda en el aire volvió a caer por la cruz para el Ademar.