«Ese gesto fue un pulso al club»

Un intercambio de camisetas ha desatado toda una tormenta en el Ademar. Sucedió en el partido del pasado miércoles ante el Barcelona. Al acabar los sesenta minutos, el pivote del Ademar, Héctor Castresana, se cambió su camiseta con el ex jugador leonés, ahora enrolado en el conjunto blaugrana, Juanín García. Los dos son íntimos amigos. Tras el cambio, Castresana se puso encima la camiseta de Juanín y ahí se encendió la polémica. Su gesto fue visto como un desafío por directiva y cuerpo técnico y se lo recriminaron sin paliativos. Cadenas no le dejó formar en el corrillo habitual al final de partido y el presidente, Juan Arias, bajó al vestuario para decirle que no le había gustado lo que había hecho. «Bajé y le dije a Castresana que saliese del vestuario a hablar conmigo porque habíamos dicho previamente que no queríamos ningún tipo de polémica con el caso Juanín. Todo el mundo tenía orden de no generar polémicas ni a favor ni en contra. Y él especialmente. Sabía que iba a ser algo controvertido y aún así lo hizo», subrayó Arias. Arias no cree que fuese un gesto sin intenciones dobles. «No lo he visto como algo normal. Es un mal gesto hacia buena parte de la afición. Interpretamos que fue un gesto con el que estaba echando un pulso al club. Al fina del partido, los demás estaban reunidos y apoyándose mutuamente y él estaba a otra cosa. Si lo hubiese hecho en el túnel de vestuarios no habría pasado nada», subrayó el presidente. Arias reconoció que al final del partido numerosos aficionados se quejaron del cambio de camisetas. «Fue algo más de cara a la grada que hacia los intereses del Ademar. El club había insistido en pedir calma y lo que hizo no nos pareció lógico. En vez de apoyar un proyecto, el del Ademar, parece que algunos se empeñan en apoyar ideas personales». Así las cosas, la reunión de carácter ordinario que celebrará la junta directiva la próxima semana debatirá todo este asunto para decidir si se impone algún tipo de sanción al pivote o se le abre un expediente disciplinario. «Al jugador se le preguntará para que él alegue lo que considere oportuno, sopesar bien el tema y decidir que hacemos conforme al reglamento», apuntó. Arias recordó que en once años de gestión no habían sancionado aún a ningún jugador. Por su parte, el entrenador del Ademar, Manolo Cadenas, también terció ayer en el asunto pero sin querer explayarse. «En las actuales circunstancias del club ese gesto no nos pareció ni limpio ni tampoco oportuno. Además, hay que tener en cuenta que acabábamos de perder un partido muy intentso contra uno de nuestros rivales más directos y estábamos todos un poco frustrados», subrayó el técnico. Cadenas entiende también que el acto de intercambiar las camisetas debió de realizarse en todo caso en la intimidad del vestuario, donde ningún aficionado se sentiría ofendido como ocurrió en el partido del pasado miércoles. Máxime cuando en estos momentos es todavía perceptible la fractura que ha generado entre la afición ademarista la marcha de Juanín al Barcelona. «Y las divisiones entre la afición del Ademar no son buenas para nadie. Y este tipo de actos no ayudan precisamente». Cadenas cree que lo importante es pensar en el Ademar y en su proyecto deportivo al margen de personalismos. «Todos acabaremos pasando y creo que hay que pensar en trabajar no en sacar este tema ni en avivar el fuego».