Croacia se impone en el doble y ya acaricia su primera Davis

La perfecta armonía entre Ivan Ljubicic y Mario Ancic aproximaron a Croacia (2-1) hacia la conquista de su primera Ensaladera de Plata al vencer a Dominik Hrbaty y Michal Mertinak, por 7-6 (5), 6-3 y 7-6 5 en la segunda jornada de la final de la Copa Davis. El efecto demoledor del Sibamac Arena no fue suficiente en esta ocasión para consolidar el progreso del conjunto centroeuropeo y completar una actuación memorable en la Copa Davis del grupo capitaneado por Miloslav Mecir. No ha recibido en condiciones óptimas Eslovaquia la lucha por el título. Y el sueño del éxito aparece ahora amenazado por la posibilidad de fuga de una ocasión histórica. El cuarteto centroeuropeo está advertido por la derrota. Carece ya de margen de error. Y necesita ganar los dos individuales de hoy para dar un golpe de mano, para cambiar de raíz la trayectoria que ha adoptado la final. El Sibamac Arena parece haber dejado de ser infranqueable. Su condición de cancha talismán ha sido pasada por alto por Ivan Ljubicic, que pasea el mejor momento de su carrera y que se desenvuelve como pez en el agua por el taraflex del pequeño recinto de Bratislava. Las condiciones de la cancha ubicada en las afueras del centro de la capital se han convertido en el peor enemigo de los locales. Incapaces de frenar la severidad con la que su suelo despide los saques de las raquetas croatas. Por ahí continuó la sangría del equipo eslovaco, debilitado formal y mentalmente por la nueva ausencia de Karol Beck, doblista habitual junto al gigantón Michal Mertinak. Las sospechas se acentúan sobre el tenista de Zvolen. Los rumores de dopaje del número dos eslovaco crecieron en vísperas de la final. Y Eslovaquia lo notó. Hrbaty, lastrado por el esfuerzo de la víspera y precipitado hacia una modalidad que no rentabiliza sus condiciones, no evidenció la condición de número uno en compañía de Mertinak. El conjunto eslovaco mantuvo el tipo en el primer parcial que llevó hasta el desempate, donde el saque de Ljubicic, que aúna ya once triunfos seguidos este curso en la Davis y se coloca a solo uno del récord de John McEnroe, y el de Ancic hicieron estragos. Igual que en el tercero, que resultó definitivo para el triunfo croata. Entre medias, sólo una rotura. En el segundo set, padecida por Hrbaty, que allanó la victoria para los visitantes. Croacia acaricia un éxito global sin precedentes y un puñado de reconocimientos individuales para algunos de sus componentes. Aparte del de Ljubicic, su capitán Nikola Pilic está cerca de convertirse en el primer responsable en ganar la Davis con dos equipos distintos.