«A la gente de León no se la valora»

Carlos Colinas es uno de esos leoneses en la diáspora que siente la morriña propia de haber vivido media vida a orillas del Atlántico, sin que eso le haya llevado a perder sus raíces ni olvidarse de los orígenes. Esta semana ha estado en Ponferrada, preparando a las chicas de la selección española con la que buscará su tercera corona consecutiva en un Campeonato de Europa, algo de lo que pocos pueden presumir en este país. -¿Cómo le va lejos de León? -Ya estoy acostumbrado porque me fui hace 19 años y eso es justo la mitad de mi vida, pero nunca he roto mis vínculos con León, donde tengo prácticamente a toda la familia. -¿Por qué se marchó? -Fue por un tema laboral, se me presentó una oportunidad profesional y me fuí a Galicia en el año 87. -¿Cómo llegó al baloncesto? -Empecé a jugar en Maristas con solo 11 años y luego seguí en Carmelitas, donde entrené por primera vez a un equipo femenino por cierto, hasta que pasé al Elosúa con Roberto Herreras y compañía hasta que colgué las zapatillas a los 17 años. -¿Tan pronto se cansó? -Tenía claro que quería ser entrenador y creo que no tenía muchas cualidad como jugador. -¿Recuerda quién fue su primer entrenador? -Por supuesto, fue José Manuel Vázquez en Maristas, en realidad él fue mi inductor para que llegara a ser entrenador. -Al retirarse tan joven no habrá tenido muchos técnicos, pero ¿cuáles le han influido más? -Siempre me atrajo la llegada de Gustavo Aranzana a León, además en aquella época reinaba en Europa la Jugoplástica de Maljkovic, estaba Mario (Pesquera) en el Caja de Ronda... -Ya que habla de Pesquera, León es tierra de buenos entrenadores ¿no? -Muy buenos, yo creo que a la gente de León no se la valora en su justa medida, técnicos como Roberto Herreras, José Manuel Vázquez, Pepe Estrada o Joaquín Rodríguez, tienen mucho mérito. -¿Por qué entrena a mujeres? -Por simple casualidad, en Galicia empecé a sacar los títulos para entrenar y coincidió que necesitaban un técnico en la Compañía de María, donde llegué incluso a entrenar al equipo de División de Honor media temporada, no fue fácil porque era muy joven y dirigía a mujeres mayores que yo. -¿Cómo se produjo el salto a la Federación Española? -De la mano de Vicente Rodríguez, me propusieron de colaborar junto a un grupo de gente y acepté, ya llevo seis años aquí. -¿Le ha tentado algún equipo de campanillas? -La verdad es que no, tuve una pequeña experiencia en Zaragoza pero tampoco me satisfacía aquello, si no eres feliz en un sitio es difícil que puedas rendir bien. -Ahora en León está uno de lo mejores equipos de España como es el Acis Incosa, ¿le gustaría dirigirlo algún día? -Siempre es una ilusión que tienes pero ahora es, no diría imposible, pero sí muy complicado. -Si le dicen en su época que habría un equipo de ese nivel en León ¿se lo creería? -De aquella no, pero se está trabajando bien, las instituciones están volcadas y las empresas también colaboran, el hándicap es la escasa presencia de público. -¿Y Baloncesto León? -Lo bueno es que hemos conseguido que la llama no se apague después de perder la ACB, yo creo que con la vuelta de Gustavo se dan las condiciones ideales para volver a lo más alto.