La expulsión de Ivo y la pérdida de intensidad final «matan»a Ademar
Los leoneses estuvieron intermitentes ante el Altea y sufrieron otro arbitraje desquiciante El club reclama a TVE más respeto
Adiós a la Champions, adiós a la Liga. Se acaban las metas de Ademar cuando ni siquiera las Navidades asoman por el horizonte con este nuevo tropiezo liguero, la primera derrota lejos de León que certifica la mala racha de los ademaristas, superados en los minutos decisivos del encuentro por el entusiasmo de un Altea que acabó aguando la fiesta a los de Cadenas. Es un importante paso atrás para el equipo de León en una semana donde ha dicho adiós a muchas cosas, despidiéndose también de las opciones reales de título de Liga tras un encuentro igualado que se decidió en los últimos minutos, al acusar Ademar León la expulsión directa de Ivo Díaz. En los últimos minutos, los alicantinos, empujados por su afición, sellaron una valiosa victoria mientras Ademar sube a cuatro su casillero de derrotas, una cifra inusual que le deja muy lejos de los equipos de cabeza y a tiro de piedra del Valladolid, que es quinto clasificado. La primera mitad resultó bastante igualada. Empezó el partido con el equipo de Altea más centrado, aprovechando mejor sus largas posesiones y destacando en ataque el central, con pasado leonés, Víctor Álvarez, y en defensa el portero Asmussen con sus paradas. Con estos factores, y con Ademar todavía con la mente más en la eliminación europea y la polémica de Pamplona que en el encuentro doméstico, pronto se dieron las primeras ventajas para el cuadro de Javier Cabanas (4-2, minuto cinco). El equipo leonés mejoró en defensa conforme avanzaba el encuentro, y con rápidas transiciones le dio la vuelta al encuentro para ponerse por delante por vez primera con el 5-6 en el luminoso, a los once minutos de juego, gracias a un tanto del noruego Kristian Kjelling. El partido entró entonces en una fase de máxima igualadad, con continuos empates en el marcador y también rentas mínimas para la escuadra mediterránea (6-5, 7-6, 8-7), destacando el contraste de las largas pero efectivas posesiones del equipo de Altea contra las rápidas transiciones del equipo leonés. El encuentro estaba en una tónica de contrastes de juego pero equilibrio en el marcador, como refleja el empate a once goles en el minuto 25. Una exclusión del lateral alicantino Jiménez a dos minutos para el final del primer periodo ayudó al equipo de Manolo Cadenas a conseguir una máxima diferencia de dos goles, 12-14, a través de los aciertos de Stranovsky, resultado con el que se llegó al descanso. La segunda parte comenzó con el Ademar dando un estirón al marcador a través de las acciones del pivote Manolo Colón, que puso a su equipo con su máxima diferencia a favor, cuatro goles para ubicar en el electrónico un 15-19 en el minuto siete de la reanudación. Pero cuando parecía que el partido se podía romper para los ademaristas, la escuadra de Altea reaccionaba espoleada por su afición, en especial gracias al gran trabajo del lateral Panadero, que lograba empatar a veinte dianas en el minuto 43 de encuentro. Cada gol de Ademar era contestado por otro del Altea, hasta que un choque fortuito de Ivo Díaz, que frenó a Nikcevic en un contragolpe, fue sancionado con tarjeta roja y descalificación directa para el cubano, y la airada protesta del técnico Manolo Cadenas también fue sancionada con dos minutos, lo que dejó al Ademar con sólo cuatro jugadores en pista ya que cuando se excluye al técnico debe salir un jugador de campo. Esta circunstancia fue aprovechada por el equipo local para adelantarse, 23-22, cuando restaban sólo once minutos pàra el final del partido. El Ademar solicitaba un tiempo muerto con 25-23, a seis minutos para el final, tras el cual cambió la defensa colocando un 5-1, con Roberto García como avanzado, variante que no altera el sistema de ataque del Balonmano Altea, ya que apoyado en el mejor jugador del encuentro, Víctor Álvarez, lograba mantener las diferencias en dos goles. A dos minutos para el final, Asmussen detuvo un penalty a García con 27-25 en el marcador, y en la jugada siguiente Nikcevic ampliaba a tres goles la ventaja local, haciendo inútil ya la desesperada presión de los visitantes por remontar un partido que ya estaba perdido. Altea sólo necesitó, es curioso, los goles de sus seis jugadores de campo titulares para ganar un encuentro que entierra buena parte de las aspiraciones ademaristas en la competición Asobal.