Cangrejo señal liberado
Es incomprensible decidir una apertura escasa e incompleta; no se puede provocar a la afición hasta generalizarse la opinión de que «o jugamos todos o rompemos la baraja»
Ocurrió por fin la apertura de la veda del cangrejo señal, esperada con ansiedad y curiosidad por todos los aficionados de esta provincia, y aunque parece haberse dado el primer paso con cierto éxito respecto de los resultados, no es menos cierto que casi todos nos hemos quedado con la miel en los labios al saborear un plato que no podemos volver a degustar hasta pasados otros doce meses. Esto, refiriéndonos a quienes hemos tenido la suerte de estar incluidos en la lista de afortunados por el sorteo, que nos ha dado el derecho de disfrutar de un solo permiso para extraer 36 ejemplares de mas de nueve centímetros. Hubo muchos pescadores que no tuvieron esa suerte y debieron que conformarse con esperar a la próxima temporada. Ya se que somos habitantes del país de Nunca Jamás y que nuestra provincia tiene que ser siempre diferente respecto de las otras ocho de la comunidad. Por eso, mientras que las demás llevan ya varios años autorizando esta clase de pesca en amplios tramos de sus ríos, bien sean como acotados e incluso como zonas libres, nos, sede papal de la pesca de la comunidad, nos permitimos ir alargando la demora hasta que la opinión pública o publicada nos recuerda que no solamente tienen obligaciones, sino también derechos de igualdad, además de los de fraternidad, y que los cangrejos señal existentes en nuestra provincia pueden dar lugar a liberar algunos o bastantes tramos más, con los que entretener a la paciente afición, y que hoy están sólo a disposición de los furtivos. Es incomprensible decidir una apertura escasa e incompleta, para dejar descontentos a todos. No se puede provocar a la afición hasta el extremo de que llegue a generalizarse la opinión de que «o jugamos todos o rompemos la baraja», y que muchos de los pescadores que no tuvieron fortuna en el sorteo se inclinen por seguir el camino más directo, sin cortapisas legales. Hay que poner a disposición de los pescadores permisos suficientes para que todos los interesados puedan acceder a su disfrute, bien sea acondicionando más tramos o ampliando el tiempo de apertura, que quizá podría ser mayor, teniendo en cuenta los resultados y las circunstancias. Un ejemplo Hay un tramo que conocemos todos los habitantes de León capital y del Ayuntamiento de Sariegos, que corresponde a la presa que pasa por Carbajal de la Legua y continúa por Azadinos hacia el sur, en el que se podían observar a simple vista algunos cangrejos (creo que señal), desde el puentecillo que pasa la presa en el molino de Carbajal, antes de esta primavera. Se comentaba que había quien los pescaba y también que los trasvasaban al propio río Bernesga. Pues bien (mal), ese tramo de presa fue secado durante bastantes días (aproximadamente de 20 a 30), y nadie sabe qué ha podido ser de los cangrejos que lo habitaban. Ni siquiera en Icona tenían noticia del asunto. Cuando han vuelto a soltar el agua ya no se veían sus habitantes. De momento, supongo que como prueba, se han abierto cuatro tramos, dos en la meseta y dos en el Bierzo. Yo tuve la fortuna de poder pescar en el río Cea, río cangrejero por su especial configuración, y pude comprobar el éxito de la repoblación efectuada con este cangrejo. Después de casi veinte días de pesca era muy esperanzador ver cómo salían suficientes cangrejos y de buen tamaño en los reteles. Lo extraño fue comprobar que no salía ningún cangrejo rojo, como si hubieran sido eliminados o expulsados por el señal. Puedo suponer que habiendo sido pescados estos tramos sólo durante un mes, los supervivientes habrán sido muchos y la continuidad de la especie estará bien asegurada, máxime si consideramos que todos habrán respetado los 36 ejemplares del cupo. Seguiremos suponiendo, ya que no hemos sido informados, que los tramos repoblados en toda la provincia habrán sido muchos más, y que el resultado habrá sido también óptimo, por lo que no sería descabellado pensar que poniendo en explotación el resto de los tramos aún vedados, habría suficientes para complacer a todos los solicitantes, incluso con mas de un permiso por persona. Y, si fuera cierto que eliminan o desplazan al cangrejo rojo, no estaría de mas seguir repoblando en todas las zonas habitadas por el primero. Respecto a la fecha de apertura de la veda, sería conveniente comprobar si la época de cambio de caparazón de estos cangrejos ha sido superada, pues he observado que todos, sin excepción, tienen el citado caparazón todavía bastante blando en el mes de agosto, como si no se les hubiera dado tiempo suficiente para endurecerlo, circunstancia que podría dar lugar a que la fecha de la desveda tuviera que efectuarse mas tarde, en Septiembre por ejemplo, o quizá en octubre, y si pudiera ser durante mes y medio aún mejor. Ocurre lo mismo con los cangrejos pescados en la provincia de Palencia, en el río Pisuerga, lo que confirma que esta especie tarda más tiempo en endurecer su cascarón o que lo tiene más blando que cualquier otro tipo de cangrejo de río, incluido el rojo americano. Es una sensación extraña cuando al pescarlos, y sobre todo al comerlos, dan la impresión de no estar hechos y de no haber engordado lo suficiente, pues su cáscara se dobla a la menor presión de los dedos. En cuanto a que las cantidades estipuladas como cupo hayan de contarse por docenas, no estaría de más que comenzásemos a hacerlo por decenas, más de acuerdo con el sistema métrico decimal. Cuatro (40 unidades) o cinco (50) decenas, serían más comprensibles que tres (36 unidades) o cuatro (48), sobre todo para las nuevas generaciones. Ya se que todavía los huevos (de gallina) se cuentan así, pero también cambiarán con el tiempo. El horario me parece muy correcto, pues para divertirse pescando 36 o 40 cangrejos son suficientes las seis horas y media de las tardes. Respecto de la encuesta obligatoria nunca puede ser fiable, puesto que casi ningún pescador se molesta en medir las diferentes longitudes de los cangrejos, y se cubre el impreso a voleo, por cunplir un trámite. Sólo puede tener algo de crédito la cantidad total conseguida. Bueno, si conseguimos por fin la apertura de otros tramos y podemos conceder hasta dos o mas permisos por pescador, habremos llegado quizá a alcanzar un equilibrio relativo entre la conservación y el entretenimiento destinado a la afición, eliminando probablemente algunos furtiveos consecuencia de la impotencia ante la escasez de permisos.