León BM mantiene la categoría y pone en marcha un ambicioso proyecto

Disputando su liga particular con los equipos situados en la zona baja de la tabla, el León BM consiguió al final mantenerse en la máxima categoría del balonmano femenino. La permanencia ya fue en sí un triunfo, pero el club que preside Jesús Fernández aspiraba a más. A mucho mas. Y muy pronto la directiva se puso manos a la obra para embarcar al León BM en un proyecto mucho más ambicioso. El técnico pucelano, Miguel Peñas, dejó el banquillo que pasó a ocupar un hombre de la casa, Diego Soto. Y con el nuevo organigrama directivo se empezó a configurar una plantilla mucho más competititiva. Los fichajes empezaron a llegar y pronto se vio que eran fichajes consistentes. Refuerzos de garantía para dar el salto de calidad que buscaba el León BM desde hace tiempo. Tras cuatro años fuera de su casa la pivote Mónica Mirantes regresó de nuevo a León BM. Su fichaje se une a una larga lista en la que se encuentran la lateral rumana Ana María Buican, la extremo del Elda, Sandra Isbert e Irene García Martos. También llegaron luego la internacional brasileña Silvia Elena Pinheiro, que se ha revelado como una de las mejores artilleras del campeonato y en octubre arribó otra carioca, Fabiana Carvalho Carneiro Diniz, «Dara». Pivote de 24 años y 1,83 metros que ha dado mucha más consistencia a la defensa y al ataque leonés. La filosofía del nuevo equipo está clara. «Queremos pelear por todos los partidos y llegar a los finales con opciones. Se terminó lo de ir siempre de cenicientas», comentaba poco antes del inicio de la liga el nuevo técnico leonés, Diego Soto. Sin presunciones estúpidas pero aparcando ya el papel de víctimas, el León BM se mantiene en la zona media de la tabla con aspiraciones de estar incluso más arriba.