Con el nuevo año

FINALIZADAS las vacaciones navideñas, Baloncesto León y Cultural vuelven a la palestra de las competiciones ligueras, en tanto Ademar sigue inmerso en el largo paréntesis -casi dos meses- propiciado por un calendario totalmente absurdo. Dos partidos de la primera vuelta del calendario restan a la Cultural para doblar la esquina de la mitad del torneo; dos partidos nada fáciles y sí con posible trascendencia para un equipo que partió, en la frontera del otoño, con aspiraciones máximas y ahora se encuentra bajo mínimos, viendo como prácticamente a sus pies se abre el abismo del descenso. Cabe esperar que el reposo haya servido para coger fuerzas y, con ellas, reverdecida la ilusión, iniciar una escalada que ya tiene que ser espectacular para llegar a los puestos de honor, cual era el objetivo en la hora de la partida. Del final del verano a este invierno físico totalmente compatible con el frío lugar de la clasificación que ocupa. El sábado en Santander espera el filial del Racing, un equipo joven de la prolifera cantera racinguista que comenzó su llegada a la Segunda B con una fuerza increíble, «apabullando» con sus resultados a equipos históricos, tal el Oviedo. Ha perdido varios jugadores que han pasado al primer equipo, militando con éxito en la Primera División, como lo evidenciaron en el sorprendente triunfo frente al Real Madrid en el Bernabéu, siendo jugadores destacados. Aún con la intensa «sangría» sufrida, el Rácing B tiene un buen equipo y sigue siendo temible, particularmente en casa. Ocupa, por sus méritos, el cuarto lugar de la tabla, el último de los que dan derecho a probar fortuna en la fase de ascenso, mínimo de los objetivos con los que partió la Cultural, ¡lo que va de ayer a hoy...! Baloncesto León inicia la segunda vuelta, muy bien clasificado, excelentemente clasificado, en la cabeza empatado con Drac Inca y con Palma. Y aunque la línea algo quebrada seguida no ha sido la ideal, sí es suficiente para cimentar las aspiraciones de retorno, con los que partió una temporada más, bajo el paraguas de la esperanza cubierto por la vuelta de Aranzana, el entrenador con el que llegó a ser uno de los «grandes» de la ACB. El tropezón dado en el último encuentro, en el Palacio frente al Alerta Cantabria, esperamos y deseamos que ante el Polaris Murcia inicie con buen pie el año en la competición liguera.