La defensa del Barcelona fue un dogal que asfixió al Yaya María

En baloncesto, acabar un cuarto con sólo tres puntos: una canasta en juego y un tiro libre, es dar mucha ventaja al contrario. Demasiada. Si además el equipo que se tiene enfrente es mejor, te supera claramente en el rebote, su porcentaje de triples es magnífico (9 de 18) y su defensa se convierte en un entramado asfixiante, se comprenderán bien a las claras las razones por las que ayer el Yaya María de Lugo recibió una soberana paliza y el Barcelona se convirtió con todo merecimiento en semifinalista de la Copa de la Reina. Las catalanas salieron a pista muy motivadas. La consigna de las jugadoras de Silvia Font parecía clara: no dar opciones a las lucenses. Intimidarlas con una defensa que no dejaba huecos y con un ataque resolutivo. En los primeros mintuos, la pivote brasileña Erika de Souza fue el eje sobre el que giró el equipo blaugrana tanto en ataque como en defensa. Enfrente, el Yaya María oponía la voluntariedad de tres luchadoras: la pivote Ruth Riley y las aleros Bacon y Jansone. Muy poco para parar o siquiera hacer frente a la apisonadora azulgrana. La ventaja del Barcelona crecía a la par que pasaban los minutos. 12-6 en los primeros cinco y 23-13 al acabar el primer cuarto. Fue en el segundo, sin embargo, donde se cimentó la paliza. En ese tiempo, las gallegas hicieron tres puntos por 24 que totalizaron las jugadoras azulgranas. Si a alguien le quedaba alguna duda ahí se terminó el partido. Y hasta la conclusión, las pupilas de Font casi no levantaron el pie del acelerador con una Marta Fernández muy activa. Gallego y Elsa Donaire dieron un recital de triples e Ingrid Pons dejó constancia de su clase. Al final, los 34 puntos de diferencia lo dicen todo.