El Barcelona se instala en la historia
EL BARCELONA de Frank Rijkaard, lanzado a la reedición del título de Liga conquistado la pasada temporada, se ha instalado definitivamente en la historia tras inscribir su nombre en los diferentes récords a los que le han llevado las quince victorias consecutivas que suma en la actualidad. El triunfo de este sábado en el derbi fue el decimoquinto y sigue la marcha imparable después de superar el anterior registro de once que ostentaba la plantilla azulgrana en la que militó el fallecido Ladislao Kubala. Esos quince éxitos consecutivos del Barcelona han llegado en tres frentes, Liga, Liga de Campeones y Copa del Rey, lo que ha llevado al conjunto azulgrana a liderar el primero, a acabar como mejor de su grupo en el segundo y a tener pie y medio en la siguiente ronda del tercero. La mayoría de esas victorias se han producido en el campeonato liguero y la última, la de Montjuic, supuso otro récord del club, el de triunfos consecutivos en el torneo de la regularidad. Nunca el Barcelona había ganado once partidos de manera seguida en la Liga, la cifra alcanzada ahora. Lo hizo hace 76 años, pero era la suma de las rachas con las que acabó una temporada y comenzó la siguiente. El registro de ahora es más meritorio y, además, pone a tiro el histórico de la Liga de victorias consecutivas, en poder del Real Madrid, que encadenó quince en la campaña 1960-61. Si el equipo catalán bate también ese récord habrá puesto el listón demasiado alto para los equipos que en el futuro quieran apuntarse a esos registros históricos que son la base de la estadística en el deporte. El Barcelona actual se ha convertido por tanto en referente y lo ha hecho gracias a que sus jugadores están decididos también a inscribir su nombre en los récords que se contemplan a título individual. El ejemplo más claro de esa motivación que tienen los azulgrana lo encarna el delantero Samuel Eto'o, que tras el gol que marcó en el derbi suma dieciocho en los dieciocho partidos de Liga disputados hasta ahora por su equipo. Eto'o, que el año pasado perdió por un sólo tanto la lucha por el pichichi, el trofeo que reconoce al máximo goleador del campeonato liguero, sabe que la historia le recordaría si conquista el galardón. El camerunés, que tiene en casa la competencia para que se le reconozca como mejor futbolista del panorama mundial, sabe que para ser el mejor de todas las ligas tiene que serlo primero de la española y se ha lanzado a por ese trofeo particular. Tal es el deseo del delantero, que intenta engordar al máximo la cifra para tener un colchón que amortigüe su obligada ausencia durante varias semanas por la disputa de la Copa de Africa. En todo caso, el verdadero récord para el club sería el de la conquista a final de temporada de un triplete histórico que incluiría Liga de Campeones, Liga y Copa del Rey. El mejor referente es el del Dream Team, aquel equipo dirigido por Johan Cruyff que conquistó en 1992 el torneo continental y el liguero. En el Camp Nou se sueña ahora con superar aquello y que la plantilla actual se convierta en la mejor de la historia del Barcelona y todos se han puesto manos a la obra.