El derbi refuerza a la Deportiva y deja a la Cultural aún más tocada (0-1)

Con un ambiente inusual en las gradas del estadio Antonio Amilivia, Cultural y Deportiva Ponferradina rivalizaron desde el primer minuto por el manejo del balón en el centro del campo. El equipo berciano se aprovechó del estado de ansiedad de los locales. Los de Pichi Lucas se asentaron en un principio mejor sobre el rectángulo de juego, pero los de casa basaron su juego en balones rápidos por banda hacia Pepín y Pablo Díaz, que provocaron el primer disparo a puerta por mediación del debutante Nathaniel Revetria. La inclusión en el equipo culturalista del mediocentro ofensivo Iván Mateo dio otro aire al juego de ataque local. Dosificó los esfuerzos por banda para equilibrar las llegadas de los locales. Pese a la labor del madrileño por encauzar los movimientos de su equipo, la Deportiva Ponferradina se escudó en un medio del campo presionante y en una defensa contundente, que no dio nunca sensación flojera, al contrario de lo que sucedió en el bando culturalista, con un centro demasiado inconsistente y un lateral diestro demasiado acelerado. Álvarez Tomé fue el primero en darse cuenta del nerviosismo defensivo. Marcos calentó la banda desde los primeros compases del compromiso deportivo, en busca de consolidar la zona que más preocupa al técnico leonés. La Deportiva, mientras tanto, incidió más en la herida culturalista, con balones continuados hacia el carril izquierdo. La cobertura local pasó por sus peores momentos. Una indecisión defensiva, con Negral de por medio, propició que una pared entre Ribera y Salcedo abriera en el marcador. La Cultural se vio obligada a nadar contra corriente, mientras que los de Pichi Lucas consolidaron la retaguardia. Despejaron sin contemplaciones cuando el cuero llegó a sus inmediaciones. Álvarez Tomé ordenó entonces un a defensa adelantada para evitar huecos por los que penetrar al rival. Los visitantes tomaron como antídoto las penetraciones por las bandas, sobre todo buscando la calidad y el manejo de balón de Rubén Vega, que enloqueció aún más la zaga culturalista. Los minutos transcurrieron con una Cultural en busca de las tablas antes de retirarse a los vestuarios. Iván Mateo trató de coordinar cada una de las acciones de ataque, pero sin el acompañamiento necesario para buscar la posición de un Manuel Rubio inédito a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. Pese a la continuidad de la Cultural, aunque sin las ideas necesarias para igualar el marcador, el túnel de vestuarios sirvió para tratar de recomponer las líneas maestras en los dos bloques. La Cultural trató de remediar el desaguisado del primer acto con una salida en tromba en los segundos cuarenta y cinco minutos. Con una cobertura en la línea de medio campo, el cuadro local suministró su desgaste para dotar de balones a la punta, en la que el uruguayo Revetria demostró sus dotes en el juego aéreo, aunque demasiado desasistido en cuanto a servicios precisos hacia el centro del ataque. Los blanquiazules esperaron el robo de balón para pillar a contrapie a la zaga culturalista. A los dos minutos de la continuación, la Deportiva pudo sentenciar el choque, tras una internada de Rubén Vega, que Negral no sujetó, que puso el balón en el punto de penalti para que golpeara Fran, que se encontró con un Aulestia soberbio para despejar el cuero, cuando los aficionados del otro lado del Manzanal ya se disponían a cantar el segundo gol de la tarde. A la Cultural no le quedó más remedio que mantener el mismo sistema de juego. El resultado no dio pie a cambiar de esquema. Álvarez Tomé insistió desde la banda con miras a meter balones arriba, aunque sin dar sensación nunca de peligro para la portería berciana. Fran quiso matar el partido, pero se encontró de nuevo con un Aulestia atinado. El corazón de los locales les hizo estirarse en busca de la igualada.