Ribera y Negral o cuando las miradas lo dicen todo

La capacidad culturalista en ataque se puso de manifiesto por primera vez en el partido con un remate de Burgueña, al que respondió Rubio con una extraordinaria intervención. Este acercamiento del conjunto culturalista hizo que los de Álvarez Tomé creyeran en las tablas, para acometer un nuevo partido. Sin embargo, este acercamiento con peligro careció de continuidad. La Deportiva Ponferradina manifestó un orden casi militar en la línea defensiva, sin dejar maniobrar al rival en ninguna oportunidad más. Alberto y Bornes mandaron. Ofrecieron un juego sin concesiones a la galería, pero efectivo cien por cien. No hicieron malabares con el balón en los pies. Cuando la ocasión requirió jugarlos con sus pivotes , Uriz y Gorka Soria, así lo distribuyeron y no dudaron en reventar el esférico cuando la oportunidad lo requirió. Pichi Lucas expuso sus argumentos sobre el rectángulo de juego. Supo cómo hacer daño al sistema táctico impuesto por Álvarez Tomé. Diseñó una planificación a la medida del rival que tuvo enfrente. Presionó la salida del balón, con un marcaje muy encima de la nueva adquisición culturalista, Iván Mateo, y ordenó no dejar recibir de espaldas a la portería al delantero Nathaniel Revetria. Conocedor del juego aéreo del uruguayo, pegó a sus centrales sobre la espalda del punta. Mantuvo a raya a los interiores para evitar las penetraciones por banda y así la Cultural se vio incapacitada para llegar con peligro a las inmediaciones de Rubio. El sistema táctico de Pichi Lucas lo dio validez el gol materializado por Asier Salcedo en un error más de Negral, que pese a sus ganas por darlo todo, parece gafado esta temporada. Cuatro errores del marcador leonés han supuesto varios puntos menos para el equipo culturalista. El de ayer acabó por ser determinante una vez más para los intereses del conjunto capitalina para iniciar la remontada, justo en el comienzo de la primera vuelta. Álvarez Tomé trató de oxigenar el equipo en la última media hora de partido. Introdujo a sangre joven sobre el césped. Javicho y Diego Cascón quisieron cambiar el sino del encuentro, pero sus ganas chocaron con una Deportiva centrada en defensa y con una marcha más adelantada. El derbi dejó más claros los objetivos de unos y otros.