Robinho eclipsa en su mejor día el debut como titular de Cassano (1-0)

El Real Madrid ya está en las semifinales de Copa. Un magnífico gol de Robinho acabó con las ilusiones del Betis, que se mostró muy inocente en el Santiago Bernabéu. La novedad del encuentro era Cassano, la gran atracción del partido contra el Betis, titular por primera vez con la camiseta madridista. El italiano no quiso defraudar. Se movió por su zona, de izquierda a derecha, ejerciendo de boya y buscó con ahínco su gol inaugural en el coliseo blanco. Pero mientras pasaban los minutos, las miradas se centraron en la banda izquierda. Allí, un chaval que celebraba su 22 cumpleaños copó todas las acciones atacantes del Madrid. Robinho demostró que está en forma, que es el jugador por el que se pagó una millonada. Al brasileño se le ve cómodo tirado en la banda izquierda. Le encanta. Allí puede realizar todo su recital de gambetas y amagos para descollar a los contrarios. Ya en el primer minuto puso a prueba a Doblas, que se desgañitaba para poner un poco de orden en el caos defensivo. Robinho no paraba. Buscaba la pelota casi con desespero, sabedor de que está en un momento dulce y que sus compañeros empiezan a notar el maratón de partidos. Porque a pesar de los cambios, la base del equipo sigue siendo la misma que hace tres semanas, la misma que realiza una presión hace tiempo no vista en el Bernabéu. Y el balón no circula con tanta velocidad. Sólo a borbotones. La frescura del Madrid ya no es la misma que hace unas jornadas, salvo en el 10. El juego se volcó a su lado, marginando a los individualistas Cicinho y Beckham. Incluso Zidane, más apagado que de costumbre, se inclinó hacia la siniestra para darle balones a Robinho. Así, las oportunidades fueron llegando: cabezazo de Sergio Ramos, dos remates de Cassano... pero el gol no llegaba ante un Betis sin alma. Los sevillanos estaban ausentes. Con un once en el que había diez españoles, los pupilos de Serra Ferrer demostraron que saben estar colocados en un campo y tocar, pero nada más. Parecía que daban como pérdida la eliminatoria antes de comenzar. El Betis sólo se animó cuando Dani y Joaquín pusieron en apuros a Casillas. Lección al contraataque Pero el Madrid no estaba dispuesto a perdonar. Aprovechó el enésimo error bético, que cerró muy mal un saque de esquina a favor. Casillas lanzó un contraataque de manual. Atrapó el balón en un córner y en cuatro toques estaba en el fondo de la portería contraria. Del arquero, pasó por Zidane, llegó a Beckham y éste a Robinho, quien realizó una magistral bicicleta para sentar a Juanito y cruzar ante Doblas. Era el gol de la tranquilidad, el que ponía cuesta arriba la eliminatoria para el Betis, el mismo que ánimo a los sevillanos. Cosa rara. Cuando peor estaban las cosas, más animados se sintieron los verdiblancos. Ahora sí buscaban la portería, presionaban a los blancos y acosaban con más corazón que cabeza. Pero no había nada que hacer. El Madrid, muy serio atrás, no se descomponía ante las embestidas béticas, sobre todo de Tardelli y Robertm las incorporaciones invernales para salvar al equipo. En esta parcela, Sergio Ramos (otra vez) sobresalió. Mientras, Cassano seguía luchando. Hasta que el cuerpo dijo basta y Soldado ocupó su lugar.