Históricos frente a novatos
El estadio del Ford Field d e Detroit ser á el escenario, el día 5 d e febrero, del decisivo encuentro entre dos conjuntos de trayectorias completamente diferentes: los Acereros de Pittstburgh y los Halcones Marinos de Seattle
La cuenta atrás para el gran espectáculo deportivo del año en Estados Unidos, la disputa de la Super Bowl, comenzó con la clasificación de los Acereros de Pittstburgh y los Halcones Marinos de Seattle para disputarse el título. La gran novedad de la edición número 40 del Super Bowl está en el hecho de que se enfrentarán dos equipos con trayectorias completamente opuestas en la historia de la gran final de la competición. Mientras los Acereros forman parte del grupo selecto de los históricos después de haber logrado cuatro títulos en cinco partidos de Super Bowl, los Halcones Marinos llegan a su primera gran final en 30 años de historia. La historia está del lado de los Acereros, que en sus filas tuvieron a los miembros del Salón de la Fama que encabezan el ex mariscal Terry Bradshaw, Franco Harris y Mean Joe Greene, entre otros. Los Halcones Marinos, por el contrario, no habían ganado un partido de la fase final desde 1984. Pero el equipo de Seattle, que completó la temporada regular con la mejor marca de la NFL, alcanzó su pase a la final después de vencer por 34-14 a las Panteras de Carolina. Dos jugadores fueron decisivos en sus triunfos, el mariscal de campo Matt Hasselbeck y el corredor Shaun Alexander, el Jugador Más Valioso de la NFL y auténtico «huracán» que por tierra puede con todas las defensas. A pesar de haber sufrido una conmoción en partido de semifinales ante los Pieles Rojas de Washington, Alexander acarreó el balón para 132 yardas, nueva marca en la historia del equipo, y anotó dos «touchdowns». Ahora la gran asignatura pendiente para los Halcones Marinos es demostrar, en el partido más importante de su historia, si la falta de experiencia en una Super Bowl, no les va a afectar para nada en su rendimiento. Todo lo contrario se plantea para los Acereros, que a pesar de haber llegado a la fase final del campeonato como uno de los comodines de la Conferencia Americana y últimos clasificados, rompieron los pronósticos y ganaron los tres partidos fuera de su campo antes de conseguir el boleto para su sexta Super Bowl. Era la primera vez que un equipo lo conseguía desde que lo hicieron los Patriota de Nueva Inglaterra en 1985.