Clijsters apea de su sueño a Hingis y será la próxima número uno mundial
La belga Kim Clijsters se mostró como lo que será a partir del lunes, de nuevo número uno del mundo, para detener a Martina Hingis en los cuartos de final. El partido debía servir para probar a una y otra. Si Clijsters merecía de nuevo el trono y si Hingis sabría responder ante alguien de probado nivel. La respuesta está en el resultado, Clijsters lo cerró por 6-3, 2-6 y 6-4 con la autoridad necesaria. La helvética se despedía así de un estadio en el que ha conseguido tres títulos en seis finales consecutivas, en un retorno que promete, pero en el que aún faltan unos retoques. La falta de partidos de la suiza, sobre todo los conflictivos, es notoria todavía. Hingis ha decidido volver depués de tres años, cuando los problemas en sus pies parecían insalvables, y lo ha hecho con relativa credibilidad. Las semifinales de Gold Coast, ante Flavia Pennetta y la primera ronda de Sydney, ante la belga Henin-Hardenne han sido sus primeras derrotas. Sabe que debe mejorar, ajustar aún mas sus golpes y ganar en velocidad si quiere hacer frente a rivales de envergadura que estaban ya cuando ella dominaba el circuito, como Clijsters, Henin, las Williams, Davenport y Mauresmo. Clijsters se enfrentará en semifinales a la francesa Mauresmo, campeona del último Masters, que apenas se emocionó cuando venció a la suiza Schnyder por 6-3 y 6-0 en tan sólo 52 minutos.