Tres leoneses, a la conquista de la cumbre del Aconcagua
Los montañeros quieren ascender el mítico pico por la ruta má s dura
Con los preparativos más que cerrados y a punto de coger el vuelo que les transportará hasta Buenos Aires, tres jóvenes montañeros, oriundos de tierras de León, afrontan a partir del día de hoy su reto de ascender a una de las más altas cumbres del mundo: el Aconcagua. Oscar Acebes (La Bañeza), Pedro Andrés González (natural de Santander, pero de padres bañezanos) e Iván Cifuentes (La Bañeza) inician la aventura de subir el pico más alto del hemisferio sur por su ruta más complicada: la del glaciar de los polacos. Su meta es coronar la legendaria montaña argentina y ganar experiencia para otros proyectos futuros. La que, en su origen, era una expedición de cinco integrantes, se ha visto reducida sólo tres, debido a las bajas de última hora del leonés Anselmo Vidal García, a causa de una inoportuna fractura, y del astorgano José Alberto Macías, por motivos familiares. Sin duda que le echarán en falta. Los tres experimentados aventureros de la «Expedición Leonesa Aconcagua 2006» pretenden entrar el día 1 de febrero en el Parque Nacional de Aconcagua para, a partir de ese día, empezar con su aclimatación a la altura, que le llevará alrededor de diez días. A partir de este momento comenzará su cuenta atrás para intentar hacer cima entre el día 13 y el 17. La primera parte de su ascensión les llevará hasta el campo base, donde seguramente se encontrarán con la otra expedición leonesa, para posteriormente dirigirse hacia la cara este de la montaña; la llamada ruta de los polacos. Esta ruta tiene un grado más de dificultad que el resto, ya que es más cercana a las condiciones del Himalaya, debido a la necesidad de emplear una escalada muy técnica en hielo sobre el glaciar. Para Oscar Acebes, las mayores dificultades que se van a encontrar serán «la altura y el frío. Vamos en la época previa al otoño. Encontraremos temperaturas muy bajas, con medias alrededor de los 20 grados bajo cero, y con vientos muy fuertes, cercanos a los 50 kilómetros por hora, provenientes del Pacífico. Todo esto creará una sensación térmica extremadamente baja». La dureza de la subida, la climatología adversa y a la posibilidad de avalanchas podría obligar a los tres miembros a abandonar su intento por la cara este y reconducir su proyecto hacia la ruta normal «puesto que lo que prima es la seguridad y conseguir hacer cumbre».