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Publicado por
ERNESTO PÉREZ
León

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UN DÍA antes de cumplir los 40 años y empeñado en alcanzar la marca histórica de 1.000 goles, el veterano artillero Romario anotó hoy un nuevo tanto en el partido que su conjunto, el Vasco de Gama, perdió 2-1 contra el América por el campeonato del estado de Río de Janeiro. El controvertido artillero, que se auto califica como el mejor futbolista de la historia por detrás de Pelé y Maradona, recibió un homenaje especial de amigos y familiares antes de saltar al campo para enfrentar al América, el equipo de la segunda división del que su padre Edevair es fanático de corazón. Romario, que se confiesa de vida disipada, noctámbulo y mujeriego, es el jugador activo más viejo en el complicado fútbol brasileño. El año pasado se tituló artillero del Campeonato Nacional, con 22 goles, dejando atrás a muchas promesas sedientas de gloria. Bujía, capitán y héroe de la selección nacional que conquistó la Copa del Mundo en 1994, estrella de PSV de Holanda, donde marcó 174 goles, consentido del Barcelona y del Valencia, de la Liga Española (55 y 14 goles respectivamente), Romario hoy cuenta como el avaro el dinero cada una de las veces que perforó las redes. Según sus propia cuentas, ha marcado 950 goles en 1.065 partidas como profesional, dentro y fuera de Brasil. En 2005 obtuvo en el Campeonato Brasileño un envidiable promedio de 0,70 goles por juego y recibió un homenaje especial de la Confederación Brasileña de Fútbol, en un acto en el que se encontró frente a frente con desafectos y amigos. Durante los últimos años el propio delantero había estado lanzando «bolas de humo» en torno a su inminente retiro, antes del torneo del año pasado. En uno de sus comentarios, cuando volvió atrás después de haber dicho que se retiraría, consiguió varias «jugadas de posición adelantada» y descubrir las opiniones de sus afectos y enemigos que opinaron sobre su inminente ocaso. El peor parado fue el Rey pelé, que cayó en la lengua afilada de Romario después de haber dicho que el «Bajito» ya no debería seguir jugando profesionalmente y debía retirarse con honra. «Pelé callado es un poeta, pero sólo habla mierda. Como jugador él es el rey, el dios, pero debería meterse un zapato en la boca», respondió Romario en una de sus más contundentes muestras de oratoria. La agria disputa verbal se resolvió al estilo brasileño: con una disculpa mutua, nuevos intercambios de elogios y en paz. El provocador e irreverente Romario cayó a finales de los 90 y comienzos del 2000 en las malas ante las autoridades y entrenadores de la selección brasileña, que le reprochaban su poco apego a la disciplina en los entrenamientos. Pero hoy se da el lujo de imponerle al Vasco sus condiciones y de contar con la ayuda del colectivo en su difícil tarea de marcar más de 50 goles. Romario se dice dispuesto a seguir adelante y parece dispuesto a seguir driblando el paso del tiempo y patear la realidad del retiro cada vez más lejos...hasta que sus huesos se lo permitan.