Tormenta azulgrana de triples (82-91)
El Barcelona suma en el Madria Arena su séptima victoria consecutiva en la gran noche de Kakiuzis y estrena el casillero de derrotas del nuevo Estudiantes que dirige Pedro Martínez
Una lluvia de triples después del descanso ampliaron a siete la racha victoriosa del Barcelona y endosó la primera derrota desde que Pedro Martínez ocupa el banquillo al Estudiantes, vivo hasta los últimos cuatro minutos, en los que ya no pudo resistir la voracidad del griego Mikhalis Kakiuzis y de los tiradores azulgranas. Un problema en los marcadores del Madrid Arena obligó a posponer el inicio una media hora. La demora azuzó las ganas de poner el balón en movimiento de azules y azulgranas -en esta ocasión de amarillo fosforito-. Los dos bloques despegaron a la carrera. El Estudiantes, además, con la pólvora incandescente. Los triples de Azofra y la cada vez mayor autoridad de McDonald sobre la pintura alumbraron a un bloque colegial efervescente (16-10). El perímetro madrileño, con Hernán Jasen y Carlos Jiménez, sobre todo Carlos Jiménez, quizá en su último encuentro con la camiseta estudiantil -el plazo para fichajes nacionales acaba con enero-, también erosionaban a un Barcelona aferrado a los americanos Bootsy Thornton y Shammond Williams para sostenerse (22-15 m.9). A Juan Carlos Navarro le caía la segunda falta en el ocaso del primer cuarto. Al líder le constaba que le esperaban treinta minutos de intenso trabajo para optar al éxito. El Estudiantes estiró un poco más la diferencia al iniciar la segunda cuenta atrás y, a los trece minutos, McDonald elevó el margen por encima de los diez puntos (30-19). El Barça seguía sin ponerle riendas al cuadro de Pedro Martínez. Y cada vez se desbocada más. Otro zarpazo de los exteriores del Madrid Arena -triple de Sergio Rodríguez y cuatro puntos seguidos de Jasen para acabar la serie- ampliaron la brecha (43-30 m.16). El italiano Denis Marconato, con tres faltas, y Navarro, lastrado por las dos del primer cuarto, contemplaban la acción desde el banco. Kakiuzis asumía la responsabilidad. Los tiros libres daban otro asidero al Barcelona, que anotó los ocho lanzados hasta el descanso sin fallo alguno (10/10), pero en el rebote cedía un filón que Antonio Bueno también supo explotar. Pese a todo, Kakiuzis encontró un hueco para levantarse desde el arco y clausurar la primera mitad con trece puntos y un efecto balsámico sobre su equipo (47-41). El griego arrastró con él al Barca. El día, de todos modos, desprendía sensaciones especiales de Jiménez. El alero internacional y McDonald dieron respiró al Estudiantes (53-47). Sin embargo, los azulgranas iban de verdad en serio. Los triples del heleno y de Grimau terminaron por invertir el signo del choque (55-58). El Estudiantes quiso llevar la voz cantante para empezar el último cuarto (59-58). Kakiuzis se empeñaba en darle el choque al Barca. Jiménez en amarrarlo para los del Ramiro. Los dos aleros brindaron un pulso de altos vuelos. Pero el Barcelona sumó a toda la línea exterior con el griego. El 67-67 (m.34) marcó el principio del fin de los colegiales (71-80 m.36) y las fuerzas abandonaron al equipo de Pedro Martínez.