La experiencia de los jugadores y no de las franquicias será vital

La XL Super Bowl podría convertirse en un choque equilibrado aun cuando los Acereros de Pittsburgh y los Halcones Marinos de Seattle son equipos con una trayectoria completamente diferente. La experiencia de los jugadores y no de las franquicias podría ser crucial en el resultado de la Super Bowl, que se llevará a cabo en el campo de Detroit el próximo 5 de febrero, teniendo a los Acereros como campeones de la Conferencia Americana, y a los Halcones Marinos, poseedores del título de la Nacional. Pittsburgh pertenece a la élite de la NFL y cuenta con una larga trayectoria y experiencia, mientras que Seattle llega a la final por primera vez en sus 30 años de historia, por lo que difícilmente desaprovechará la oportunidad. Las estadísticas podrían inclinar el título del lado de los Acereros, que cuentan con cuatro campeonatos conseguidos en seis campañas en que el equipo contó con la presencia de Terry Bradshaw, Franco Harris y Joe Greene, entre otros integrantes del Salón de la Fama. Los títulos que ganó Pittsburgh fueron en los años 1975, 1976, 1979 y 1980, y en 1996 llegaron a la final, pero perdieron ante los Vaqueros de Dallas. Pero este año los Acereros llegaron a la fase final como comodín y como últimos clasificados. La fase final la pasaron como equipo visitante primero al vencer 31-17 a los Bengalíes de Cincinnati, después 21-18 a los Potros de Indianápolis y finalmente 34-17 a los Broncos de Denver. Así se convirtieron en el primer equipo en llegar a la final con tres triunfos fuera de su campo desde de que lo hicieron los Patriotas de Nueva Inglaterra en 1985. Pittsburgh contará en sus filas con jugadores que han sabido responder en los momentos importantes, como su Ben Roethlisberger y el corredor Jerome Bettis.