El colegiado Granda Barros suspende otra vez el Cultural-Zamora
La decisión del árbitro fue refrendada por los visitantes debido a una mínima capa de hielo
El encuentro correspondiente a la última jornada de la primera vuelta del campeonato de Liga del grupo segundo de la Segunda División B entre la Cultural y el Zamora se zanjó con una nueva suspensión, la segunda de este partido, después de la que se produjo el día 15 de enero. Media hora antes del horario marcado para el inicio del choque, el árbitro asturiano Alejandro Granda Barros reclamó la presencia de los delegados de los dos equipos, el culturalista Carlos Emperador y el zamorano Rodrigo Sotomayor. La primera impresión del colegiado fue la de suspender de nuevo el partido, al juzgar, bajo su punto de vista, que la mínima capa de hielo que cubría el área del fondo sur suponía un riesgo para los jugadores que saltaron al terreno de juego. La decisión arbitral fue la de suspender el partido, aunque dio pie a que las dos plantillas decidieran si deseaban disputar el envite deportivo o no. Pero no hubo acuerdo. La plantilla de la Cultural quiso jugar el partido, pero la del Zamora no, refrendando con su postura lo expuesto por el colegiado. Así, el choque quedó para otro día. Cruce de declaraciones Mientras el presidente de la Cultural, Antonio García de Celis, apuntaba: «Pisé la capa de hielo de la zona sur y lo veo bastante bien. Ha estado otras veces bastante peor y se ha jugado. Voy en zapatos y clavo el tacón perfectamente. No lo veo tan helado. Los jugadores nuestros han dicho que no está tan helado y que se puede jugar. Los del Zamora han atosigado al árbitro y han conseguido su propósito. No sé que intereses tienen para suspenderlo. A este paso no se si se jugará para mayo», el entrenador del Zamora , Raúl González, matizaba: «Nosotros vinimos a jugar el encuentro, pero a nuestro portero cuando iba a sacar le era imposible. La decisión de jugar o no la hemos dejado siempre en manos del colegiado. Para nosotros es otro contratiempo, porque creo que nos encontramos en un buen momento. Vinimos a jugar el partido». Álvarez Tomé, por su parte, no quiso echar más leña al fuego: «Nos viene muy mal no jugar, pero ya no se puede hacer nada. Sólo queda pensar en el Marino».