España deberá sufrir hasta el final (29-31)
Un triunfo de Alemania sobre Polonia obligará a los de Pastor a no perder ante Eslovenia Un final plagado de sin sentidos
El campeón del mundo ganó otra vez, con los suplentes, por su variedad de recursos, pero sin brillar en un mal partido y sufriendo hasta el último minuto. Si Alemania gana previamente a Polonia, España deberá al menos empatar con Eslovenia para estar en las semifinales. Ucrania tuvo 15 minutos de iniciativa en el marcador, los que tardó España en convertir una retaguardia de cortesía en una muralla en 6-0 como es debido; durante ese primer cuarto de hora se echó de menos atrás a Beláustegui, cuyas prestaciones defensivas en los partidos anteriores fueron bastante mejores que las ofensivas. Sin embargo, Hombrados ocupaba con solidez el puesto de Barrufet entre palos. Pero entonces se vio que los atacantes tampoco estaban inspirados. Se suponía que era el día del gran artillero Julio Fis. Y empezó bien: tres goles de tres intentos; pero luego falló tres seguidos, mientras sus compañeros estaban a su altura en un tono grisáceo. Pastor cambió a Chema por Iker en la dirección del juego, y a Garralda por Mariano Ortega en el lateral derecho, pero la mejoría fue pequeña. De modo que el objetivo de España, ganar por una enorme diferencia, parecía poco menos que imposible al descanso (15-17). Los hombres de Pastor probablemente recordaban que hace tres semanas, en el Torneo Internacional de España, España ganaba en Pamplona a Ucrania por 19-12 un encuentro que terminó en 38-24, no porque los ucranianos jugasen mal, sino porque entonces España jugó bien. Esta vez, justo cuando hacía falta echar el resto para que la última jornada de la segunda fase, contra Eslovenia, fuera un entrenamiento con himnos, España volvía a dar la sensación de que sus buenos resultados no se deben a la brillantez del equipo, sino a la calidad individual de algunos jugadores. De modo que, bajo la batuta de Iker Romero y con varios suplentes, el vigente campeón del mundo salió en la reanudación dispuesto a sentar cátedra de una vez. Por algo dicen que Pastor cuenta con el banquillo más equilibrado del mundo. Pero esa afirmación tiene sus matices: por ejemplo, el veterano Garralda, de 36 años, sigue defendiendo bien, pero ya no es aquel bombardero temible. Y como Fis tampoco estaba tan eficaz como otras veces, España se fue despegando en el marcador, pero sin arrasar como debía, porque el acierto en la portería y la defensa no era completado con un ataque letal, aunque el extremo Juanín sí rememoró sus mejores días. Y entonces llegó el sobresalto: ante la parsimonia española, Ucrania fue remontando y tuvo un balón para empatar el partido en el último minuto. En la memoria de los periodistas españoles resonó entonces lo que el director técnico de la Federación Española, Javier García Cuesta, había dicho dos días antes: «Veo a nuestros jugadores tan seguros de sí mismos que su confianza me parece peligrosa».