Cuatro bercianos participarán enun maratón por el Sáhara argelino

Hablar de Susana Rodríguez Panizo era sinónimo de hablar de ciclismo. Desde su cargo al frente de los jóvenes que forman parte de la escuela municipal de Ponferrada, Susana está consiguiendo que muchos niños del municipio conozcan más a fondo el mundo de la bicicleta. Pero eso era hasta la fecha, aunque en realidad Susana sigue trabajando con sus alumnos. A partir de ahora, esta ponferradina amante del deporte será conocida por otra modalidad bastante más complicada que la actividad que ahora mismo desempeña. Y es que le ha dado por pasarse a la versión más dura del atletismo y además en todos sus exponentes. Participará en carreras de montaña, tanto dentro de la Copa Regional como de la Copa de España, además de competir en otras pruebas que son clásicas del calendario, como la berciana Travesía de los Montes Aquilianos. No contenta con este tipo de competiciones que exigen sacar el máximo de cada deportista, a Susana le ha seducido una prueba que tendrá como escenario las ardientes arenas del desierto argelino. Entre los días 12 y 18 de abril se va a celebrar una nueva edición del Maratón Transahariano Hoggar 2006, que consta de cinco duras etapas con salida desde la ciudad tuareg de Tamanrasset, en la zona más meridional de Argelia. Forma parte de un cuarteto Cuando se le pregunta a Susana cómo nació la idea de lanzarse a una aventura de este tipo, habla de un contacto que resultó fundamental para diseñar un proyecto así. Conocía a «Logi» y empecé a entrenar con él y también se unieron Carlos y Abel. A quien Susana llama «Logi» es Eulogio Bello Álvarez, practicante como ella de la bicicleta de montaña en sus pruebas más extremas. Es natural de Carucedo, igual que César Carlos Álvarez Pacios. Con ellos entrena igualmente Abel Pedreira Louro, quien completa el grupo que partirá en breve hacia el desierto. Todos presentan un currículum plagado de grandes marcas y puestos destacados en maratones alpinos y carreras de montaña. Eulogio, por ejemplo, fue cuarto en la pasada edición de los Montes Aquilianos con un crono de 7 horas y 16 minutos para recorrer los accidentados 66 kilómetros que componen la exigente Travesía. Abel invirtió casi 9 horas, Carlos necesitó una más y Susana 2 más. Ahora forman un equipo que necesita estar bien compenetrado porque el reto que aguarda así lo exige. Andar no les asusta, ascender y bajar montañas es lo suyo, pero cuando se habla del desierto, la cosa cambia.