ESQUÍ
María José entraen lahistoria
La granadina logra su segundo triunfo en dos días y rompe el récord de victorias de Blanca
A sólo seis días de que desfile como abanderada española en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Turín, la granadina María José Rienda volvió a demostrar ayer sábado con un nuevo triunfo en el gigante de Ofterschwang (Alemania) que se encuentra en el mejor momento de su carrera y que es la principal candidata al oro. Rienda ganó esta vez empatada con la sueca Anja Paerson, quien se perfila también como su gran rival en el gigante programado para el 24 de febrero en la cita olímpica de Sestriere. La estadounidense Julia Mancurso tuvo que conformarse con la tercera posición al entrar a nueve centésimas. La esquiadora de Sierra Nevada, que asciende al segundo puesto en la Copa del Mundo de gigante, a cien puntos de Paerson, tras rebasar a la croata Janica Kostelic, firmó una gesta que hace un par de años parecía imposible: con cinco triunfos en carreras de la Copa del Mundo, aventaja ya en una victoria a la legendaria Blanca Fernández Ochoa, bronce en la modalidad de eslalon en los Juegos de Albertville'92. La andaluza abrió su palmarés de la Copa del Mundo la temporada pasada, cuando se impuso en el gigante de Aare (Suecia) y poco después repitió éxito en el Lenzeheide (Suiza). Mejor todavía está deslizándose este curso, con grandiosos triunfos parciales en Aspen (Estados Unidos) y estas dos victorias consecutivas en Ofterschwang, sede de una de las carreras que se suprimió el mes pasado en Maribor (Eslovenia) por las pésimas condiciones climatológicas y de la pista. Más presión Rienda halló más dificultades para ganar que el viernes. Abrió la pista en la primera manga e impartió una lección magistral de técnica en un trazado que se adaptaba a las mil maravillas a sus condiciones. Tuvo la fortuna, además, de que la eslovena Tina Maze y la austriaca Kathrin Zettel, dos de las favoritas, fueran descalificadas al salirse de una pista variable en la que al principio brillaba el sol y al final apenas se veía por culpa de la niebla. Marcó un crono de 1 minuto, 12 segundos y 20 centésimas, superando a Paerson en 18 centésimas y a Mancuso en 21. Por tanto, la española, de 30 años de edad, abordaba la definitiva manga con más presión que la víspera, cuando contaba con una ventaja considerable de 41 centésimas y no necesitaba arriesgar más de la cuenta. Pero llegó la segunda bajada por la pista bávara y la granadina, no sin pasar grandes apuros, respondió como una gran campeona. Tenía que mejorar el extraordinario registro de la Paerson, que se había puesto en cabeza segundos antes, y encima perdió unas centésimas preciosas en el primer tramo del recorrido. Rienda se vino arriba, metió una marcha más, dibujó con su cuerpo un muelle perfecto en las curvas, anticipó de maravilla e igualó el tiempo de la escandinava en la parte final, a esa hora ya sin esa niebla que tanto perjudica al esquí. Fueron declaradas ganadoras ex aequo y se fundieron en un emotivo abrazo. Rienda declaró después de subir al podio que «poner la guinda al pastel ha sido impresionante». «Estoy muy feliz, porque pienso que todo lo que está sucediendo refrenda que estamos haciendo un gran trabajo con todo el equipo y que está saliendo muy bien. Ayer ya fue estupendo y hoy haberle podido poner la guinda al pastel ha sido algo impresionante», dijo Rienda. «La verdad es que os estoy acostumbrando mal», manifestó sonriente Rienda, «porque la verdad es que el esquí es muy complicado. Muchas veces no encuentras las condiciones justas y no es fácil adaptarse». «Pienso que he hecho lo mejor posible, pero habrá otras veces en las que llegarán momentos que no sean tan bonitos. Hay que tener los pies en el suelo», manifestó.