León se impone con solvencia al recuperar sus señas de identidad
Huelva sólo aguantó en partido hasta el descanso en una gran noche de los estadounidenses
Baloncesto León necesitaba ganar y lo hizo. Y ofreció buenas sensaciones en una noche con bastantes noticias positivas. El equipo superó sin problemas los setenta puntos -mes y medio después-, recuperó sus señas de identidad en la cancha, tuvo un ataque fluido y con asistencias, y volvió a jugar como un equipo, con constantes gestos de complicidad que avalaron que la crisis extradeportiva está olvidada. Un dato evidente fueron las veinte asistencias que registró la estadística, en un equipo en el que la pareja estadounidense -Barnes y Mills- brilló como en sus mejores noches, y especialmente en el segundo y tercer cuarto para impulsar a León a romper el partido. El Huelva respondió a lo esperado y con el conocido sello de Quim Costa ofreció una defensa intensa, presionando a la dirección de juego leonesa, y con una plantilla que no escatima esfuerzos para mantener un ritmo elevado. Son esas pautas arrancó un partido en el que Aranzana situó a Panadero en la «plaza» de Mills en el quinteto inicial, y al que tardó casi tres minutos en sacar al parqué. El arranque fue frenético y Nuno Oliveira dejó patentes de forma rápida sus recursos para anular cualquier intento de León de irse en el tanteador. Era una pesadilla para el equipo de Aranzana que adelante tenía problemas porque a León le costó al menos diez minutos asentarse cómodamente en su cancha, quizás por la resaca de todo lo ocurrido en los últimos días. La igualdad fue la pauta dominante en este primer cuarto, que se zanjó con un 17-17 que hacía justicia a los méritos de unos y otros. El Huelva presionaba la dirección de juego y Aranzana optó por situar a Barry junto a Bernabé, mientras el protagonismo en la cancha era para el duelo que protagonizaban Silas Mills y Nuno Oliveira. Quim Costa exhibía su gran banquillo y eso le permitía ponerse arriba (21-28) en un momento en el que León despertó de la mano de sus estadounidenses que sumaron 20 puntos -6 Barnes, 3 Barry y 11 Mills- para que el equipo lograse un parcial de 12-0 que cambió radicalmente las cosas (33-28). El equipo leonés ganó muchos enteros en defensa y empezó a jugar como en sus mejores momentos, y buscando a un Dani García que todavía no ha encontrado su mejor momento a la hora de anotar. El duelo Mills-Oliveira acabó con dos antideportivas del jugador onubense -una no señalada- pero el Huelva no se había entregado y sólo cedía de cuatro al descanso (37-33). Tras el paso por los vestuarios el partido entró en una fase decisiva y ahí León fue a más y acabó rompiendo al rival. El despegue de resistió pero poco a poco León fue abriendo una brecha que rozó la decena de puntos al final del tercer cuarto. El ataque era fluido y las muñecas empezaban a mostrarse acertadas, incluida la de un Dani necesitado de puntos, mientras León se enfrentaba a un equipo que alternaba la zona con la defensa individual, y que se había cargado de faltas de forma realmente rápida, ya que entró en bonus cuando faltaban 8:23 para cerrarse el periodo. Tranquilidad final El cuarto final sólo sirvió para ratificar las tendencias. León salió a la pista dando descanso a sus dos estadounidenses y el quinteto seleccionado por Aranzana sumó un parcial de 14-0 que rompió el partido (77-55). Dani y Panadero ofrecían sus mejores minutos y el Huelva estaba totalmente roto aunque su entrenador intentaba recuperar a sus jugadores a través de dos tiempos muertos. Nuno Oliveira se perdió el final del partido al recibir un golpe fortuito y los que sí disfrutaron de minutos eran Martín Ferrer, Rocchia y el debutante Dumas. El Huelva aprovechó para maquillarel resultado porque un equipo con un base que apenas conoce a sus compañeros poco puede hacer, aunque esos desajustes no pusieron en peligro la victoria en ningún momento. A León le toca este viernes volver a Palma de Mallorca, con una buena oportunidad para dejar el liderato como cosa de dos.