Otro golpe anímico en el Amilivia (1-1)

El equipo culturalista volvió a jugar en el estadio de hielo (por lo transcrito por el colegiado asturiano Granda Barros en el acta del encuentro entre la Cultural y el Zamora) quince días después de no competir de forma oficial en el campeonato de Liga. La zona del fondo sur volvió a presentar un aspecto helado, aunque en esta ocasión más limpio, que hizo meditar al colegiado cántabro Quintana Mendiola sobre la disputa o no del encuentro, que quedó demostrado cuando después los protagonistas se esforzaron más de una vez por mantenerse en pie y no caer víctimas de la fina capa blanca de la portería de la sombra. Álvarez Tomé no quiso modificar el bloque con respecto al último que jugó en el Amilivia frente a la Deportiva. Lo principal era ganar para sumar tres puntos y llenarse de confianza para próximos envites. La Cultural saltó al césped con más necesidad que los asturianos. Pese a que los dirigidos por José Luis Quirós se asentaron mejor sobre el terreno de jugo desde el primer minuto, los de Álvarez Tomé pusieron más tesón sobre el campo. El mediocentro Iván Mateo se echó el equipo a sus espaldas con juego y con órdenes sobre el césped. El madrileño demostró estar por encima del resto con calidad, fuerza y presencia en cada uno de sus movimientos. Una acción del fichaje culturalista en el mercado de invierno propició la primera ocasión de gol para los de casa. Algunos hinchas locales cantaron el tanto desde sus asientos. Mateo se fue de su par y buscó el palo largo como punto de referencia. Su disparo se marchó lamiendo el poste. La oportunidad leonesa no hizo mella en los visitantes. Trenzaron mejor juego en la zona de creación para llegar a las inmediaciones de la portería de Aulestia, que volvió a ser un hándicap para la estabilidad de los jugadores. Los de Luanco no aprovecharon las llegadas hacia los dominios culturalistas, mientras que en la mejor combinación de los de Álvarez Tomé, con un servicio perfecto de Pepín, el uruguayo Revetria mandó con un perfecto giro de cabeza el balón a la redes de un desconcertado Guillermo. El primer gol culturalista de este año se debió al punta uruguayo, que volvió a demostrar que se mueve como pez en el agua de espaldas a la portería y que va muy bien de cabeza. Los de Quirós no se arrugaron. Salieron hacia posiciones adelantadas, sin ningún miramiento y sin mostrar ningún respeto hacia el equipo de casa. Jabuti, siempre presto al remate, no acertó a materializar la mejor oportunidad foránea, debido a la soberbia intervención del cancerbero Aulestia, que despejó el balón a saque de esquina. Con ataques hacia una y otra portería, aunque con las ideas justas, los componentes de ambos bloques se retiraron a los vestuarios. El segundo acto se caracterizó por un equipo, el asturiano, con pretensiones de empatar el partido. Su técnico, José Luis Quirós, se la jugó. Mediada la segunda mitad sacó a toda su artillería atacante. Los asturianos pasaron a controlar el encuentro en cada una de las zonas del campo, porque la Cultural quiso rentabilizar el gol a favor, con el fin de asegurar la victoria, muy necesaria para comenzar el despegue en la tabla clasificatoria. La mejor ocasión visitante de Blázquez en los segundos cuarenta y cinco minutos la envió al palo Casquero. La incertidumbre se adueño de las gradas del estadio, cuando la hinchada culturalista comenzó a inquietarse por lo apurado del electrónico. Inquietud que se consumó con un absurdo envio de Javicho sin fuerza para sorprender a Guillermo, del que se aprovechó Alex Díaz para pillar a la defensa leonesa fuera de sitio. Penalti de Fernando y empate desquiciante.