Los Acereros consolidan su dinastía con su quinto título
Pittsburgh cumplió con los pronósticos al vencer a Seattle por 21-10
Willie Parker anotó el touchdown más largo de la historia de las finales
El mundo de las apuestas tenía toda la razón en los pronósticos, los Acereros de Pittsburgh se iban a proclamar como campeones de la 60ªedición del Super Bowl, y así fue tras vencer por 21-10 a los Halcones Marinos de Seattle. Los Acereros no jugaron un partido espectacular en el Ford Field ante 66.000 espectadores, pero si reivindicaron su condición de dinastía que habían ganado cuatro títulos en los setenta, ante un rival que en las jugadas decisivas siempre se pusieron la soga al cuello. Las oportunidades que les dieron los Halcones Marinos no restó para nada el valor del triunfo de los Acereros, que siempre hicieron las jugadas decisivas que necesitaron para conseguir su quinto título. Aunque los Halcones Marinos comenzaron bien el partido y se pusieron por delante en el marcador, luego iban a llegar los errores y las faltas de su defensa cometieron cuatro para costarles 40 yardas en la primera mitad, que le impidieron tener un pase de anotación. Tampoco les ayudó los tres balones que soltó el «tight end» Jerramy Stevens. Mientras eso sucedía con los Halcones Marinos, los Acereros comenzaron a tener la suerte de su lado con varios pases de Ben Roethlisberger que al final consiguió el primero y polémico «touchdown» antes del descanso. Luego iba a llegar la sensacional avanzada por tierra de 75 yardas de Willie Parker, para anotar el «touchdown» más largo en la historia del Super Bowl y poner a los Acereros con la ventaja de 14-3. El partido no quedó sentenciado porque Roethlisberger cometió un error al lanzar un pase que le interceptó el defensa Herndon para retornar el balón 76 yardas, que no sólo fue un nuevo récord, sino que le dio nueva vida a Seattle. Cuando los Halcones Marinos volvieron a tener la oportunidad de cambiar el rumbo, su mariscal Hasselbeck cometió el peor error al hacer un pase sin sentido que le interceptó Taylor para originar la jugada decisiva del tercer «touchdown» de los Acereros. Lo que podría haber sido una ventaja para los Halcones Marinos de 17-14, se iba a convertir en el definitivo 21-10 para Pittsburgh.