Diario de León

LUCHA LEONESA 2000

No es eso, no es eso...

Publicado por
MARRO
León

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DE POCO HA de servir que aportemos temario asambleario para debatir. El debate parece estar proscrito en la lucha leonesa desde hace una docena de años; ni en la asamblea ni en ningún otro foro. Desolador. Si no tiene cabida la crítica ajena, menos aún la autocrítica. En su lugar la autocomplacencia, el «mirarse el ombligo» y el autobombo, llegándose -años atrás- a editar folletos seudoanónimos descaradamente propagandísticos de los logros (?) federativos. Así las cosas, así de complacientes y autocomplacientes, chocan las críticas de esta columna. Y se interpretan como acoso y derribo o poco menos. Pues nada de menos. Pues nada de ello y sí más bien marcaje argumentando. Con la esperanza de propiciar el luchístico renacer sobre las cenizas y dado que la demolición se presenta como un hecho consumado. Falta -total- de imaginación, recuerden, igual a encefalograma plano. Ya no sirve ni el electroshock. Ojalá se tratase de letargo, pero el presunto aletargamiento data de tan antiguo y está siendo tan permanente que... encefalograma plano. Bajo el casposo aluche de la boina. Y a propósito de caspa. Todo cuanto rodea a la casposa presentación y puesta en escena de los corros: pesaje/inscripción y vestuario compadreramente -alucheramente- «abierto», minielectrónico, minimegafonía, (des)uniformidad «colegiados», locución, patética imagen de «agarres» interminables-conflictivos, antiprotocolo entrega final (ni podio, ni ramos, ni solemnizar para nada). Todo compadreramente en clave del compadrero aluche más arcaico e inmovilista. Lo dicho, casposidades escénicas sin fin, propias «de la rancia mentalidad del rancio aluche de la boina». Tan sólo una muestra del tránsito de la caspa aluchera a la tecnificación luchística: un solo juez-árbitro, con colegiado suplente/auxiliar consultivo (para excepcionalidades)/cronometrador... En fin, las asignaturas pendientes con el común componente de la gran asignatura pendiente de la imaginación. Las incorporaciones imaginativas a todas las actividades luchísticas. En sintonía de futuro, ya saben, aunque haya de ser futuro imperfecto en alguna medida. Y es que prácticamente son todas las asignaturas pendientes en este nuestro primer deporte leonés; todo por hacer en la práctica. Pero, claro, para qué complicarse ¿verdad...? Mucho más cómodo seguir con «la gorra aluchera del aluche de la boina», lo cual ha de ser garantía para perpetuarse en el machito. Si los anteriores con el más de lo mismo consideran que cumplieron, éstos otros de ahora ya saben el camino (en cazurro «la rodera»). Que los destinatarios de las críticas de esta columna, «por lo gacho y detrás de la sebe» -Trapiello dixit-, o sea cazurramente, nos ponen a escurrir y obviamente sin argumentos replicantes... pues para ellos invocamos dos centenarios. El reciente del ariscado Padre Isla, oriundo de la luchística ribera del Esla -Vidanes- y a quien se le atribuyen estos arriscados versos: «A un mastín, por más que fiero/ le ladran los gozquecillos/ y entre saltos y brinquillos/ le andan lamiendo el trasero/. Y él, sin mostrarse severo/ y sin ponerse mohino/ al ver aquel torbellino/ de perros que le rodean/ alza la pata, les mea/ y prosigue su camino/». Y en el aún más reciente centenario de El Quijote, la invocación también con acento canino y dirigida a Sancho por el Hidalgo: «... Ladran, luego cabalgamos...». En todo caso, no estará de más reiterar que este columnista ni está con/contra los unos ni los otros ni los de más allá. Por encima de todo, y de todos, con la lucha leonesa/Lucha por León. Y ente medias, con Ortega y su descorazonamiento «no es eso, no es eso», tan aplicable al actual devenir -decaer- de la lucha leonesa. Todo más o menos previsible, según el apercibimiento de Murphy «si algo puede salir mal saldrá mal»; o en base al principio de Peter sobre los niveles de incompetencia: los ineptos caminan hacia la cúspide de su propia ineptitud. Por ello decaeremos aunque hayamos de recurrir al toque de rebato tras ser convocada una a modo de junta de salvación para la lucha leonesa. Que, ya se sabe, «luchar contra la imposible -aluche cazurro- es torpeza, mientras que hacer contra lo difícil -lucha leonesa- es grandeza. Luchar, siempre luchar leonesamente, lucha leonesa...

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