La Cultural cae frente al Zamora víctima de sus propios errores

A la tercera fue la vencida. El partido correspondiente a la última jornada de la primera vuelta entre la Cultural y el Zamora por fin se disputó. Los visitantes llegaron al escenario del encuentro con la lección muy bien aprendida. Sabedores de que el equipo leonés había reforzado el centro del campo, con jugadores más agresivos, inmediatamente presionaron la salida del balón, con el propósito de no dejar maniobrar a la pareja de pivotes integrada por Fernando López e Iván Mateo. Raúl González, entrenador del conjunto rojiblanco, quiso que su equipo entorpeciera la labor creativa culturalista, con Juanlu y Emilio en la tarea de mermar la claridad de ideas de los mediocentros del cuadro leonés. Los zamoranos, debido a las dudas en defensa de los locales, gozaron de las mejores oportunidades para estrenar el marcador. Pero como siempre durante la presente temporada, en el marco culturalista se encontró un Aulestia soberbio, que detuvo dos balones de gran peligro lanzados por Omar y Quini. El equipo culturalista se apagó por momentos. El árbitro se encargó con sus particulares decisiones de dar oxígeno a los componentes del equipo visitante, con tarjetas sin sentido que atemorizaron el quehacer de los locales en labores de ataque. Los zamoranos intentaron que la Cultural no hiciera su juego de control en la medular, con una presión acentuada en la zona ancha. Con el paso de los minutos, los de casa se difuminaron sobre el rectángulo de juego. Los rojiblancos tomaron el mando del encuentro, porque los locales desde la línea media no fueron capaces de hilvanar jugada alguna ni hacer ningún tipo de juego. Antes del descanso se produjo el peor mal para el conjunto culturalista. El intento de disparo al borde del área de Iván Mateo se transformó en un giro de su rodilla. El madrileño notó el efecto en la rodilla dañada y la zona se hinchó enseguida. Pese a que durante el descanso del partido el cuerpo médico culturalista intentó ponerle en condiciones para los segundos cuarenta y cinco minutos, la realidad demostró que la rodilla del centrocampista no estaba para seguir en el rectángulo de juego. El mejor jugador del equipo leonés fue sustituido y con ello se resintió todo el bloque. Con la ausencia de Iván Mateo, el equipo leonés careció de timón para conseguir cotas mayores. Con el paso de los minutos, el centro del campo culturalista perdió a un jugador con peso para maniobrar con soltura en la zona de creación. El nerviosismo cundió en la defensa culturalista, con imprecisiones cada vez que se acercó el rival al área de Aulestia. Y pasó lo que tenía que pasar. Una cesión desafortunada de Diego Galiano propició que el visitante Javi Ballesteros llevase el balón a la portería defendida por Aulestia. Se convirtió en el cero a uno para los zamoranos. El cuadro culturalista no puso orden en sus acciones y a continuación un disparo desde fuera del área del central Dani Hedrera, sin apenas peligro, volvió a ser letal para los culturalistas, debido a que el balón salió rebotado de la zaga leonesa, para desconcertar de nuevo a Aulestia, que pese a su estirada no llegó a detenerlo. Con todo perdido y con mucho tiempo todavía por delante, la Cultural no se lo pensó para plantear su mejor estrategia. El juego directo, con balones hacia la cabeza del uruguayo Revetria se convirtió en la mejor fórmula culturalista para llegar con peligro a las inmediaciones de la portería de Vilches. A base de insistir en buscar la cabeza de Revetria, la Cultural redujo distancias en el marcador con diez minutos para llegar al final del tiempo reglamentario. El uruguayo consiguió el segundo gol desde que fichó por el club leonés y metió al equipo en el partido. Los últimos intentos resultaron baldíos para al menos empatar el partido, aunque Burgueña tuvo en sus botas la acción de las tablas, pero Vilches acertó a despejar finalmente.