| Artículo | Un cese muy particular |
El leonés Valdo recibe el alta médica El ciclón Piterman se lleva por delante a su tercer técnico
El presidente del Alavés destituye a Oliva por una discrepancia sobre cómo plantear el encuentro del sábado ante el Real Madrid
El «ciclón Piterman» se llevó ayer por delante a su tercer técnico de la temporada, Juan Carlos Oliva, al no le sirvieron los buenos resultados que logró el Alavés bajo su dirección, porque olvidó quién decide las alineaciones del conjunto. Lo de menos son los resultados cuando de Piterman se trata, porque el «Rey Sol» del Alavés, el máximo accionista que ha ejercido de fotógrafo de la web, utillero, entrenador y presidente, no admite discrepancias. A Oliva, que en su corta estancia en el banquillo ganó tres partidos (Deportivo, Real Sociedad y Málaga), empató otro (Getafe) y sólo perdió en el campo del líder, el Barcelona, le ha bastado una discusión sobre cómo debía plantearse el encuentro del sábado, contra el Real Madrid, para quedarse en el paro. No es algo nuevo, porque una situación parecida atravesó, en agosto, Rafael Monfort, al que Piterman ni siquiera le dejó comenzar la temporada. Tras seis amistosos, con cuatro victorias, un empate y una derrota, Monfort dejó el Alavés el 18 de agosto, sustituido por Chuchi Gómez Cos. Tampoco la lealtad fue suficiente aval para Chuchi Cos, el entrenador que ha prestado su carné a Piterman desde su desembarco en el fútbol español. Cos, que viajó con Piterman de la Costa Brava a Santander y de Cantabria a Alava, fue el técnico oficial del ascenso, se quedó sin trabajo a comienzos de julio y regresó al banquillo 44 días después, como sustituto de Monfort. Sin embargo, esta vez sí, los malos resultados le sacaron del vestuario en la decimoctava jornada. Porque Piterman entiende el fútbol a su modo, como una empresa más en la que él es el único gestor. Por eso, no dudó en despedir a los tres directivos con poder ejecutivo nada más llegar al Alavés y en buscar triquiñuelas para estar a ras del césped, para comunicar a sus jugadores lo que deben hacer en cada momento. Con unas maneras que recuerdan al Gil de la primera época, Piterman ya se ha enfrentado a todos en el fútbol español.