Diario de León

El Real Madrid solventa en diez minutos la amenaza del Alavés Raúl: «Ha sido un día muy feliz»

Un choque falto de emoción sirvió para que el capitán blanco pisara de nuevo el Bernabéu

Raúl recoge el balón del fondo de  las mallas mientras sus compañeros celebran el gol de Cicinho

Raúl recoge el balón del fondo de las mallas mientras sus compañeros celebran el gol de Cicinho

Publicado por
Daniel Roldán - madrid
León

Creado:

Actualizado:

La vuelta de Raúl fue el momento más emotivo en la aburrida victoria del Real Madrid sobre el Deportivo Alavés, que de forma rápida solventó el partido antes del duelo con el Arsenal de octavos de final de la Liga de Campeones. El Real Madrid finiquitó el trámite por la vía rápida. No quería problemas ante un Alavés sin rumbo por las extrañas decisiones de su presidente, el ucraniano Piterman. Parecía que los vitorianos habían dado por perdido el partido en el vestuario, acobardados de jugar en el coliseo blanco. En el campo, poco tardaron en constatar la pegada de los pupilos de López Caro, a pesar de que el Madrid no era el mismo que el del martes pasado ante el Zaragoza. Estaba regulando esfuerzos, sabedor de que el encuentro importante es contra el Arsenal. No metió una velocidad salvaje desde el comienzo. Jugó con más cabeza. Su calidad, tarde o temprano, se iba a imponer. Tampoco fue necesario más. Con las dos primeras jugadas de peligro, le dio carpetazo al partido. Guti abrió el marcador gracias a la colaboración de un desacertado meta del conjunto vitoriano. Después le secundó Robinho, que recogió un rechace al palo mandado por Baptista. El ex sevillista está gafado. Antes del gol de su compatriota realizó un control magistral con la cabeza y un chutazo de tijera que fue el origen del tanto de Robinho. Baptista estaba muy entonado, intentando acabar con su mal fario de cara a portería. Quería enmendar sus más que discretas actuaciones durante esta temporada. Pero no lo consiguió, a pesar de que sus compañeros -sobre todo un sobresaliente Guti- le buscaron con ahínco. Mientras, el Alavés corría sin orden ni organización. Por su parte, el Bernabéu se entretenía echando miradas furtivas al banquillo. Estaba ansioso por ver cuándo salía Raúl. Antes de que volviera el capitán, salió Cassano por un discutido Ronaldo.Dentro de la relajación madridista, el ariete fue el primero de la clase. No estuvo atento a las jugadas de sus compañeros, pensando (tal vez) en el Arsenal. El italiano tampoco es que estuviera brillante. Intentó triangulaciones y paredes con sus compañeros sin éxito. Logró el calor del respetable, que se volcó con la salida de Raúl.El capitán sustituyó al desafortunado Baptista. Gambeteó por la media punta, ayudando a Guti y dando balones a Cassano. Y demostró que había acabado con todos sus fantasmas. Su primer tiro a puerta lo realizó desde la misma zona donde se lesionó. Fue lo único reseñable junto al gol de Cicinho, que cerró el marcador. Raúl reconoció en el día de su regreso a los terrenos de juego tras superar una grave lesión, que fue «un día muy feliz» y que ahora quiere «ayudar al equipo para luchar por Liga y Champions». Raúl vivió un día especial ante el Alavés. Recibió el premio a su trabajo con la ovación y el cariño de la afición blanca, entre la que desveló que se encontraban muchos amigos y familiares. «Todo el mundo quiere que esté bien y esa es mi intención. Es importante ganar porque viene la Champions y estamos ahí en Liga. Ahora intentaré ayudar al equipo en todo lo que pueda», añadió. Raúl repasó los 91 días que ha tardado en volver. «Han sido tres meses positivos para desconectar un poco. Me he preparado, he entrenado bien y lo más importante es que la rodilla ha respondido».

tracking