Gasol hacesuentrada entre la élite de las estrellas de la NBA El Este remonta 21 puntos y vence El cuarteto de Detroit hace historia

Los trabajos de desmantelamiento dentro del Toyota Center de Houston se iniciaran nada más concluir la 55 edición del Partido de las Estrellas, pero antes había sido la rampa perfecta desde la que Gasol alcanzó la órbita del estrellato. Aunque todo el mundo sabe que la disputa del partido no es más que el último acto de los tres días de descanso, diversión y venta de imagen de la NBA, los jugadores protagonistas reciben el reconocimiento oficial de su condición de estrellas y por primera vez en su historia estuvo un español. Gasol vio cumplido un sueño y conseguido una meta que sólo está reservada para la «elite» de una de las competiciones más duras, exigentes y difíciles del mundo. Para los que no conocen el mundo de la NBA y lo que significa dentro de la sociedad estadounidense no es sencillo entender el alcance que un jugador nacido en Barcelona, formado en España y sin experiencia universitaria en Estados Unidos se codee con las Súper Estrellas. El alero de Memphis ha sido capaz de superar todos los obstáculos durante los cinco años que lleva en la NBA y algunos más que llegaron a última hora, en forma de infección de garganta, que quisieron impedirle la celebración de su gran noche. Pero, una vez más, el valor de Gasol, el apoyo de un entorno familiar admirable, con unos padres ejemplares y un agente dedicado hicieron posible que el catalán superase la «inoportunidad» de un pequeño contratiempo de salud. Gasol, que se perdió todo el sábado ante la necesidad de guardar reposo completo, lo aprovechó al máximo para eliminar la fiebre, recuperar parte de la energía y cumplir con los compromisos de imagen. Niños, jóvenes y adultos pudieron disfrutar de su presencia y enseñanzas en el «clinic» que ofreció. Gasol mostró toda su clase, amabilidad, entrega ante sus admiradores y adelantó que estaba listo para el gran debut como estrella. Pero antes quiso mostrar a los periodistas españoles, que como estrella sabe de sus nuevas responsabilidades y una de ellas es la de promover su propia imagen. Gasol, al más puro estilo americano, presentó en uno de los salones del Hotel Hilton, el proyecto de su nuevo libro que saldrá a la venta el 23 de abril. El título será «Gasol», por Pau Gasol, «El partido de mi vida» y el que el catalán explicará lo que le costó llegar al All Star. Con todo listo en el apartado de la imagen, Gasol llegó al Toyota Center también con el convencimiento que era uno de los debutantes y por lo tanto sujeto al código de los veteranos. Como nuevo no debía buscar la exhibición individual ni egoísta para tratar de impresionar, sino todo lo contrario, sacrificarse en las cosas pequeñas y mostrar entrega en favor del veterano con más posibilidades de ganar el MVP. «Sabía perfectamente a lo que llegaba a Houston y cumplí con mi objetivo, pero ahora también sé que mi nuevo reto será luchar más que nunca por volver a ser elegido y reivindicar mi nueva condición de estrella», subrayó Gasol nada más concluir el partido. Los 14 minutos que jugó, los 12 rebotes que capturó -mejor marca del partido- y el quedarse sin anotación, no fueron más que unas estadísticas, sin valor, lo mismo que el resultado favorable a la Conferencia Este por 122-120. Lo importante y válido había sido cuando el nombre de Gasol fue anunciado para que saliese a jugar al Toyota Center, desde ahora convertido en el escenario de su consagración dentro de la NBA. Encabezados por LeBron James, Dwyane Wade y Shaquille O¿Neal, el equipo de la Conferencia Este venció al Oeste (122-120), para continuar con su dominio en estos clásicos de mitad de temporada. Una canasta decisiva faltando 16 segundos de Wade selló el marcador de un emocionante partido. El equipo del Este, que se apoyó en el trabajo de James, llegó a remontar una desventaja de 21 puntos que tenía a principios del tercer parcial, el cual terminó con 97-94. Seis puntos seguidos de O¿Neal faltando siete minutos para finalizar el partido puso al Este al frente 111-102, pero una reacción de siete puntos de McGrady -finalmente se fue hasta los 36- y dos encestes seguidos de Bryant en los segundos finales, el último para empatar el partido a 120, parecía que enviaba el encuentro a tiempo extra. Empero, Allen Iverson falló una canasta por el Este y fue entonces que apareció Wade con la canasta decisiva en el rebote, para comenzar así una explosión de júbilo en el banquillo del equipo ganador, que puso el récord histórico a su favor 34-21 en estos encuentros. LeBron se fue con 29 puntos, Wade con 20 y Shaquille con 17, al tiempo que por los derrotados el mejor hombre fue McGrady con 36, el ala-pívot Tim Duncan con 15 y Shawn Marion con 14.