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TURÍN 2006 AJEDREZ

El supergigante prueba a Rienda y encumbra al oro a Dorfmeister Svitler y Leko se sitúan líderes en un torneo de Linares que huye de tablas fáciles

La andaluza evitó riesgos y acabó en el puesto 37.º, siete por detrás de Carolina Ruiz

María José Rienda optó por bajar con precaución para evitar lesiones

Publicado por
Emilio Poveda Jon Aguiriano - san sicario morelia
León

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La ausencia de lesión es la mejor y casi única conclusión que se puede extraer de la discretísima 37ª plaza obtenida este lunes por la andaluza María José Rienda en el supergigante de los Juegos Olímpicos de Turín, a casi cuatro segundos de la gran campeona austriaca Michaela Dorfmeister, La granadina estuvo muy por debajo de sus posibilidades, pero es lógico si se tiene en cuenta que se tomó su estreno en esta gran cita invernal como una mera toma de contacto con la nieve en la que probó su estado físico y no asumió riesgo alguno, sabedora de que en esta modalidad no tenía opciones y que su gran reto está en el gigante del próximo viernes. Como estaba previsto, Rienda ni siquiera fue la mejor de las españolas, ya que la también granadina Carolina Ruiz terminó trigésima, a 2.73 de Dorfmeister. La especialista de origen chileno, que soñaba con terminar entre las quince mejores, no tuvo un buen día y pagó muy carro un error cometido en la primera parte del trazado. Peor suerte incluso corrió la zaragozana Leire Morlans, que concluyó en el puesto 49, a más de seis segundos de la ganadora. Sin embargo, la jovencísima esquiadora de 18 años estaba muy feliz tras reconocer que su gran objetivo era llegar hasta la meta y evitar salirse como en el descenso. Tras haber ganado el descenso del pasado miércoles, Dorfmeister se colgó su segundo oro olímpico en este supergigante que se aplazó el domingo por las malas condiciones climatológicas. Con un tiempo de 1 minuto, 32 segundo y 47 centésimas, la austriaca, que cumplirá pronto 33 años, precedió en 27 centésimas a la croata Janica Kostelic, plata, y en 59 a otra austriaca, Alexandra Meissnitzer, que repitió el bronce que ya había ganado en el supergigante de 1998 en Nagano. La francesa Carole Montillet realizó una buena carrera, una semana después del accidente que le impidió defender con plenas facultades su título olímpico de descenso, y terminó en quinta posición, a 1 segundo y 16 centésimas de la ganadora. Doblete austriaco En categoría masculina, el austriaco Benjamin Raich ganó también este lunes el oro en gigante, mientras que la plata fue para el francés Joel Chenal y el bronce para el también austriaco Hermann Maier. Con un tiempo de 2 minutos y 35 segundos justos, el tirolés sacó una ventaja de siete y 16 centésimas a sus dos principales adversarios. Maier, que ya fue medalla de plata en el supergigante del sábado, ganó de este modo su cuarta medalla olímpica, tras sus dos títulos (supergigante y eslalon gigante en 1998 en Nagano). En el último Mundial de Bormio, en febrero de 2005, Maier, 33 años, había ganado el título de eslalon gigante, delante de Raich. Tras terminar en la duodécima plaza en la primera manga, el estadounidense Bode Miller acabó remontando hasta la sexta. A menos que ocurra un milagro en el eslalon del sábado, el cuádruple campeón del mundo dejará Sestriere sin haber subido al podio y, sobre todo, sin el oro que falta en su carrera. La española Carolina Ruiz, aseguró que la austríaca Michaela Dorfmeister, que ayer se proclamó campeona olímpica de supergigante, cinco días después de ganar el oro en descenso «estuvo impresionante». «Ha estado impresionante. Se la jugaba al ser ésta su última temporada y me alegro por ella, porque ha esquiado muy bien», dijo a Efe Carolina. Acerca de María José Rienda, explicó que «ella no está acostumbrada al supergigante». El torneo de Morelia-Linares está respondiendo a las más altas expectativas. El espíritu guerrero que insufló a este certamen su creador, Luis Rentero, se ha hecho más presente que nunca en las partidas que se disputan en el palacio Clavijero. Nada de tablas rápidas y conservadurismo. Sangre en el tablero. De este modo, en las dos primeras jornadas el público que abarrota la sala de juegos ha podido asistir a seis victorias y sólo dos empates; algo que muy pocos recuerdan en un torneo de este nivel. Por lo visto hasta ahora, Vesselin Topalov va a tener que esmerarse si quiere lograr la victoria. El búlgaro perdió la primera partida ante Svidler, el número 3 del mundo, que no jugó en Wijk Ann Zee y se encuentra en una magnífica forma, y sólo pudo hacer tablas en la segunda frente a al francés Bacrot. Si a ello se suma que tanto Svitler como el húngaro Leko han ganado sus dos primeras partidas, las cuentas son fáciles de hacer. El máximo favorito está a punto y medio de los líderes cuando sólo se llevan disputadas dos jornadas. Les sigue en la clasificación Ivanchuk, que hizo tablas con Bacrot en la primera partida y se impuso brillantemente a Aronian en la segunda. La decepción del torneo hasta el momento es el español Juan Carlos Vallejo, cuya escasa preparación de las aperturas, en opinión de los expertos, le está pasando factura. Nada pudo hacer en la jornada de ayer ni contra Leko ni contra Svitler y cierra en estos momentos la clasificación.

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