Leo Messi, el último genio

LA NUEVA DEMOSTRACIÓN técnica y de carácter de Lionel Messi, esta vez en Stamford Bridge, convierte al argentino en candidato a convertirse en la sensación del año, una buena noticia para el fútbol creativo, que ha visto la aparición de un nuevo genio. Messi puso el fútbol desde el primer minuto, forzó la expulsión de Asier del Horno y no se arredró ni cuando los espectadores ingleses le silbaron cada vez que tocaba el balón. Su actuación le proyecta a lo más alto. Messi, con 18 años, parece estar entre los elegidos. Aúna técnica, carácter y ofrece destellos que recuerdan a los más grandes. Ha puesto de acuerdo a Beckenbauer, que le ha señalado como la gran estrella del próximo Mundial, a Figo, a Ronaldo y a Maradona, con quien desde sus inicios se han establecido comparaciones. Mario Alberto Kempes, otra de las leyendas del fútbol argentino, héroe del título conquistado en el Mundial 1978, ha bautizado a Messi como La pulga biónica y el barcelonista se lo toma todo con mucha calma. Tras la exhibición en Stamford Bridge, Messi tiene la prensa mundial a sus pies. Al argentino sólo le faltó el gol y no le tembló el pulso ni con Del Horno ni con Ferreira ni con el defensa que se pusiera delante. Nacido en Rosario (Argentina) hace 18 años, jugó en el Newell's Old Boys hasta el 2000. Con trece años, la familia Messi cruzó el Atlántico y se alistó en los infantiles del Barça. El ex técnico del club, Carles Rexach, recuerda divertido que tardó medio minuto en darse cuenta de que el Barcelona tenía que fichar a aquel jugador, un primer contrato que se plasmó simbólicamente en una servilleta de papel. En un tiempo récord ha pasado por el infantil A, el cadete B, el A, el juvenil A, Barça C y el Barça B. Debutó con el primer equipo con 16 años y se convirtió en el jugador más joven que marcó un tanto en Liga con el Barcelona (1 de mayo de 2005 ante el Albacete). El verano de 2005 fue el de su despegue definitivo. Se proclamó campeón del Mundial sub 20 con Argentina, competición en la que fue el máximo goleador y el mejor jugador del torneo, y poco después de estrenar la mayoría de edad, Leo Messi debutó con la selección absoluta albiceleste. Doce meses después, Messi está en la rampa de lanzamiento hacia el estrellato. Se impone al escenario, al rival, al estado del terreno de juego y salva con nota las actuaciones más complicadas. En Stamford Bridge compartía protagonismo con las primeras espadas del fútbol mundial, como sus compañeros Ronaldinho y Eto'o o el inglés Frank Lampard, segundo en la clasificación de mejor jugador mundial según la FIFA, y dio la sensación de tenerlo todo bajo control. Jose Mourinho, el entrenador del Chelsea, acusó al argentino de «hacer teatro». No anda desencaminado el portugués, porque el recital de Messi en Stamford Bridge fue puro arte y el argentino dio la razón a aquellos que pensaron que de un año a otro, la diferencia entre el Chelsea y el Barca simplemente era una: Messi.