Higgins tuvo que jugar debilitado por un proceso vírico y Dani se quedó en León

El pívot estadounidense Mike Higgins realizó ayer un esfuerzo sobrehumano para ayudar a sus compañeros para conseguir la victoria en Hospitalet. El jugador se despertó con una fuerte gastroenteritis vírica y apenas pudo comer, por lo que a la hora del partido -las seis de la tarde- estaba bastante débil. Pero un hombre como Higgins es capaz de sacar fuerzas de flaqueza y jugó un total de 27:32 minutos, aunque en varias ocasiones tuvo que pasar por el banquillo para tomar aire, e incluso el cuerpo técnico le abanicaba para ayudarle a reponerse. Por su parte Dani García se quedó en León y está realizando un trabajo personalizado durante el fin de semana para avanzar en la recuperación de su gemelo lesionado.