El Durango saca los colores a una Cultural que firmó otro desastre
El equipo leonés fue incapaz de batir a un conjunto que jugó 20 minutos con nueve hombres
La caída libre de la Cultural en la presente temporada vivió uno de los episodios más denigrantes en el primer periodo de ayer en Tabira, donde uno de los más claros candidatos al descenso de categoría, la otra Cultural, la de Durango, se paseaba con un 3-0 en el marcador que provocó gritos de la afición leonesa desplazada, con un clarísimo destinatario, la directiva. El duelo de culturales en Tabira se antojaba interesante y sobre todo emocionante, debido a la situación clasificatoria de ambos equipos. Los locales querían continuar en el vagón con el resto de aspirantes que mantienen viva la esperanza de la salvación. Los leoneses, en una situación crítica, ya que ni el juego demostrado por el equipo ni los resultados son acordes a la entidad y presupuesto de este club. Aunque el interés se mantuvo durante la mayor parte del encuentro, la emoción se disipó en las postrimerías del descanso, sobre todo, porque los locales ya vencían por 3-0. La Cultural de Durango aprovechó la empanada defensiva de su rival para firmar el mejor parcial de la temporada y la primera parte más efectiva de su liga. Ya en el minuto siete de encuentro, Revetria cometió mano en el interior de su área tras un saque de esquina. El consiguiente penalti se saldó con el primer gol del encuentro, marcado por Pitu tras engañar al portero Aulestia desde el punto fatídico. Y tan solo tres minutos más tarde, Basurto sorprendió a la defensa culturalista, recogiendo un balón sin dueño al borde del área y poniendo el esférico donde el portero leonés no llegaba. 2-0. Y el estrepitoso inicio de partido y la paupérrima imagen ofrecida por la Cultural en los primeros minutos quedó refrendada con el 3-0, un marcador concluyente. La debacle para los de Álvarez Tomé llegó a cinco minutos del descanso, en un gol de Iban Franco de cabeza tras centro de Conde, en el segundo palo. Se elevó el jugador vasco por encima de toda la defensa leonesa para machacar el portal de Aulestia. Un marcador impresionante en el intermedio. Y la inusual primera parte vivida en Tabira, sin respeto mutuo entre ambos equipos, juego directo y con recital de goles para los vizcaínos, tuvo continuación en la reanudación. La Cultural escuchó la reprimenda de sus seguidores, que coreaba a gritos de la dimisión del consejo del club, y sobre todo la plantilla tuvo que escuchar la bronca de su técnico en el intermedio, que debió ser épica tras el patético espectáculo. Mostró en el segundo periodo la Cultural otro aspecto, con un cambio importante al menos en cuanto a la actitud. El partido se volvió entonces loco gracias al empuje de los pupilos de Álvarez Tomé y a la defensa férrea de los durangueses. La remontada se antojaba difícil pero posible, gracias sobre todo al gol transformado de penalti por Iván Mateo, una jugada donde además el equipo vasco se quedaba con un hombre menos por la expulsión de Franco, pero esta sensación fue un espejsimo fugaz, ya que la inoperancia de los visitantes se transformó al final en un ejercicio de impotencia. Ni con superioridad numérica El empuje de la Cultural llegó en el tramo final porque los azules defendían con dos jugadores menos cuando todavía restaban veinte minutos para el pitido final. La mejor ocasión para acortar las diferencias al mínimo la tuvo Cascón en el minuto 65, tras un disparo peligroso e intencionado que topó con un acertado Meléndez. Después, de nuevo otro de los destacados, Iván Mateo, puso en apuros a la defensa duranguesa en dos oportunidades, con sendos disparos desde fuera del área vizcaína. El primero se perdió por encima del larguero, mientras que el segundo chocó con un defensa local. Ricardo Txintxurreta, al verse con dos hombres menos, retiró del campo a sus jugadores ofensivos, y puso todo el poderío defensivo que disponía en su banquillo, pero también tuvo la ocasión de sentenciar en las botas de Pitu. El lemoarra erró en un mano a mano con Aulestia cuando ya los aficionados locales cantaban el cuarto gol. Hubiera sido la estocada final al absoluto sonrojo de la Cultural cuya actuación fue el espejo de su situación clasificatoria y de la dinámica de juego de las últimas jornadas.