Un contratiempo que desvanece las posibilidades de triunfo en la etapa y en el final

Tras unas horas angustiosas, la embarcación española dice adiós a sus posibilidades de ganar la cuarta etapa de la Volvo Ocean Race y también a las esperanzas que tenía puestas para aspirar al triunfo final. La rápida reacción y coordinación de los diez tripulantes del Movistar logró controlar la situación: «Mientras Spike (Peter Doriean) colocaba todo el material de emergencia en cubierta, Capey (Andrew Cape, el navegante) comunicaba al cuartel general de la regata nuestra situación y Chris Nicholson se sumergía bajo el agua para conectar las dos bombas de achique de emergencia directamente a las baterías». «Aunque éramos conscientes de que la cosa estaba complicada, sorprendentemente no nos vinimos abajo en ningún momento. Tras escuchar el grito de ¡las bombas funcionan! recuperamos la esperanza de reducir el nivel de agua a bordo», declaraba el capitán holandés del representante español en la Vuelta al Mundo, que pierde casi todas sus opciones de victoria absoluta y parcial.