León BM llegó a tutear al líder pero no pudo aguantar el ritmo del Cementos

León BM volvió a dar pruebas ayer de todo el balonmano que tiene dentro como equipo. El año pasado este partido hubiese estado sentenciado y de forma rotunda a los cinco minutos de haber comenzado. Ayer, en el minuto veinte de la primera parte, las jugadoras de Diego Soto ganaban al líder de la División de Honor femenina, el Cementos La Unión Ribarroja. Bien es cierto que fue por un ajustado (10-9) pero está claro que hay que tener nivel para aguantar al líder todo ese tiempo e incluso tratarle de tú a tú. Las leonesas, con una defensa presionante 5-1 y una gran intensidad en el juego mantuvieron un ritmo parejo al que exhibieron las valencianas. Mientras supieron mantener ese ritmo, las jugadoras del Cementos La Unión nunca pudieron irse en el marcador. De hecho, pudieron irse al descanso con una ventaja clara (10-15) gracias a que las leonesas -tal vez fruto del cansancio- no vieron puerta en los últimos siete minutos del choque. Y esto es dar demasiada ventaja al líder que además ayer tuvo la suerte de cara porque las pupilas de Soto fallaron dos penaltis y mandaron a la madera hasta media docena de balones claros. En el segundo tiempo, León BM empezó mal en ataque. Los goles llegaban con cuentagotas y las valencianas mantuvieron e incluso ampliaron su ventaja, estabilizándola entre seis y siete goles. El equipo cometió demasiados errores y las contras del Cementos La Unión acabaron doblegándolas. Al acabar el encuentro, la central Irene García, fue rotunda: «Tienen un gran equipo y nosotras no hemos sabido aguantar su ritmo». El técnico, Diego Soto, se expresó en parecidos términos y añadió: «Al equipo le falta tener más consistencia mental y mirar a las rivales de tú a tú, sin complejos. No obstante ellas tienen grandes individualidades y eso se nota», manifestó.