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Publicado por
MARTÍN
León

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HACE apenas ocho días, como consecuencia de la clara victoria de Ademar en el Palacio, ante el Cangas de Morrazo, titulábamos «Despertó Ademar», hoy el título es totalmente distinto, porque Ademar falló claramente ante el Valladolid. Ha sido el lunar de la jornada, porque tanto la Cultural como Baloncesto León firmaron sendas victorias. Ademar fue la imagen contraria a la dada ante los de Cangas de Morrazo. De una victoria clara, rotunda que hacía pensar que el equipo leonés había despertado de la «modorra» que siempre ha seguido a un dilatado paréntesis en la competición. Había vacilado primero notablemente en Algeciras, donde apenas firmó un empate, y había pasado ciertos apuros para derrotar al colista Alcobendas en el Palacio. Llegó el jarro de agua fría. Cierto que antes había perdido en Ciudad Real, pero era derrota que entraba dentro de la lógica, totalmente previsible; pero no lo era tanto perder ante el Valladolid en el Palacio. Se esperaba un partido más en la línea mostrada ante el Cangas que el jugado en Ciudad Real, aún a sabiendas de las dificultades que podían oponer los pucelanos quienes por otra parte, habían cedido un empate, en la jornada anterior, ante el Alcobendas. Falló la lógica y falló Ademar. Los ademaristas habían iniciado un partido «arrollando» virtualmente al contrario, tal como sucedió ante el Ciudad Real; pero el globo se fue paulatinamente desinflando, entre fallos de los tiradores, desaciertos defensivos, que acentuaron la penuria en que se desenvuelve el hacer de los porteros, llegándose al descanso con mínima ventaja vallisoletana, tras haber marcado un gol increíble Kjelling, con el reloj a cero. Fue una especie de canto del cisne, porque luego el noruego hizo escaso honor a su calidad de lanzador. Cierto es que estuvo más tiempo en el banquillo que en la cancha, pero indudablemente no fue el día de Kjelling, como tampoco fue el de los porteros -incluidos los de Valladolid-, ni de las defensas. El resultado lo confirma, cuarenta goles marcaron los pucelanos por 36 los leoneses. Muchos fallos en Ademar, muchas dubitaciones dentro de la cancha y en el banquillo, una ocasión de oro desaprovechada para consolidar el cuarto puesto de la tabla que ahora nos disputa el Valladolid con sólo un punto de diferencia. La manija del partido la llevaron los pucelanos, excepción hecha de los minutos iniciales. Supieron cómo y de qué forma jugar, incluso usando «inteligentemente» todos los recursos para romper el ritmo del encuentro.