Otro error fatal de Valdés

UN ERROR de Víctor Valdés, el tercero grave que comete esta temporada, ha vuelto a poner al meta del Barcelona en el disparadero, curiosamente cuando defiende el honor de ser el portero menos goleado del campeonato y en la actualidad es el segundo que menos tantos encaja. El problema estriba en su irregularidad. Valdés ha alternado grandes partidos con errores garrafales. Tres de ellos le han costado a su equipo cuatro puntos esta temporada: tres entre los dos partidos de Liga contra el Valencia y otro el domingo ante Osasuna. El 'Zamora' de la pasada campaña está protagonizando una temporada con muchos altibajos, en la que ha sido capaz de mantener la portería a cero en once ocasiones, pero también 'regalar' varios goles decisivos para su equipo. Desde hace un año a Valdés se le ve más maduro, más completo y más seguro, pero paradójicamente ha tenido la desgracia de que sus fallos más clamorosos han llegado justo en su mejor momento de su carrera y además han resultado fatídicos para los intereses azulgranas. El primer error grave se produjo en la cuarta jornada, cuando el Valencia visitó el Camp Nou (2-2). Un mal despeje con el pie rebotó en el cuerpo de David Villa y el balón acabó al fondo de la red. Tuvo la suerte Víctor de que a su admirado Cañizares, quizá en un ataque de solidaridad, se le escapara incomprensiblemente un balón colgado por Ronaldinho poco después, y que Deco, en boca de gol, empatara el partido. Aquel resultado dejó tocado al Barcelona que vio volar los primeros puntos del Camp Nou tras haber perdido el primer partido de Liga contra el Atlético de Madrid en el Calderón. Villa y Valdés volvieron a verse las caras en el encuentro de la segunda vuelta. Y el meta tuvo un error más clamoroso aún que en el partido de ida. Una cesión que aparentemente no llevaba peligro, Valdés la convirtió en un pase al delantero asturiano, quien lo superó con una vaselina al primer toque. El Barcelona ya no pudo remontar y el Valencia se llevó el choque (1-0) y también el 'goal average'. En el Reino de Navarra, y contra Osasuna, Valdés volvió a fallar. Cuando aún no se llevaban ni veinte minutos, Delporte centró un balón sin peligro y el portero catalán se lanzó a por él. Víctor, al que nadie molestaba, saltó sin oposición, estiró los brazos y, ante el asombro de todos, se le cayó el balón al suelo cuando ya lo tenía en su poder. Valdo sólo tuvo que empujarlo al fondo de la red.