Otro objetivo más está a mano

Baloncesto León impuso la lógica de su liderato en la cancha de un respondón Gijón, que hizo sufrir mucho a los de Aranzana para sumr un triunfo que deja casi en la mano del equipo leonés la primera o la segunda plaza en la fase regular. El partido de ayer fue vistoso, competido y pleno de emoción. Los de Gustavo Aranzana empezaron el partido con un 4-12, pero perdieron su ventaja, se fueron detrás en el marcador, y volvieron a aventajar a los locales en 9 puntos (14-23). En la segunda parte incluso llegaron a perder de 7 (49-32) y finalmente, ya en los últimos minutos se tuvieron que poner el mono de trabajo para contrarrestar la casta y el coraje que derrocharon los locales. El entrenador asturiano Joaquín Prado logró con sus variaciones defensivas responder a la calidad ofensiva de los leoneses y el excelente rendimiento en las filas locales de un normalmente anodino Francis Koffi hizo peligrar la victoria. Bulfoni, con dos triples en el último cuarto -y cuatro en el partido-, Dani García con otro acierto desde 6.25 en el mismo parcial y Barnes y Silas Mills con su intensidad en la pintura permitieron el resultado final. El encuentro arrancó con una zona del Gijón que pretendía asfixiar a León. Y lo logró durante varias jugadas en las que los de Aranzana se vieron obligados a apostar por tiros exteriores que tardaron en entrar. Seis puntos consecutivos de Silas Mills desde el poste bajo y luego dos triples de Bulfoni abrieron la primera brecha en el electrónico (4-12). Los jugadores del Gijón echaron mano de su carácter y lograron empatar el partido a 14, pero León renació rápido y se llevó el cuarto por seis puntos. Dani García abrió el segundo cuarto con un triple que amenazó con romper el partido, pero el Gijón seguía muy intenso en defensa y en el rebote y prontó igualó las cosas. (20-23, 22-25 y 24-27) hasta que otro triple de Mills (24-30), que ya llevaba 13 puntos, recordó a los del Gijón que ante el líder no están permitidos los despistes. Un momento complicado Y con esa mentalidad siguió muy activo un Gijón, que corre y pelea todos los balones, y que con un Koffi muy inspirado logró ponerse arriba (34-32). Aranzana se había visto obligado a realizar más rotaciones de las previstas por las dos faltas acumuladas por hombres importantes y en el tercer cuarto su equipo pasó por los peores momentos, cuando el Gijón incluso llegó a ponerse siete arriba (44-37). Pero ahí León explotó su calidad en las manos de Barnes o Bulfoni para ir limando la diferencia y ajustar el marcador para que el cuarto final dictase sentencia. La única razón de que los leones entraran al último cuarto cinco abajo fue un desajueste que llevó a León a jugar con cinco bajos la última jugada, lo que permitió al Gijón aprovechar a Morentin para anotar en la pintura. Y como los grandes el León dejó su mejor esencia para los últimos minutos. Del 56-49 con el que arrancó el último cuarto se pasó en cinco minutos a un 58-62, con un parcial de 2-13, que atajó todos los temores de derrota. El parcial deshinfló a un Gijón que bastante hizo con plantar cara y hacer sufrir de esa manera al líder. A un primer clasificado que peleó como sólo pelean los grandes.