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| Entrevista | Manuel Cadenas |

«Nunca perderé mi exigencia para que el Ademar esté arriba de sus posibilidades»

En lo deportivo es ambicioso. No renuncia a que el Ademar siga peleando de tú a tú con los grandes de la liga a pesar de que la brecha se ha agrandado. Su receta: actitud y calidad

Cadenas vive con intensidad todos los partidos, incluso aunque una sanción le lleve a la grada

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Georgino Fernández - león
León

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Lleva más de media vida como enrenador de balonmano. Concretamente 32 años. Y de ellos, los once últimos en el Ademar. Es un obsesivo del balonmano con fama de duro. Y así piensa seguir porque con algo más de medio siglo a las espaldas -51 años- parece complicado cambiar. Ahora está enfrascado en la confección del nuevo Ademar para la próxima temporada. El objetivo está claro. Recuperar la chispa un tanto marchita en los últimos tiempos. «Hay que seguir jugando de igual a igual a los grandes. Ningún jugador y ningún equipo es superior a otro si no lo demuestra». Esa es su filosofía y la quiere seguir inculcando en el equipo. -Se habla de que esta es una temporada de transición para el Ademar. Sin embargo, creo que a usted no le gusta mucho esa expresión. -Bueno, da la sensación de que esa palabra significa que no lo estás haciendo bien. Sin embargo, después del partido contra el Valladolid y el ambiente que había en el pabellón está claro que en el presente actual, todavía hay muchas cosas y muchos partidos que jugarse, una clasificación europea, un cuarto puesto en la liga, una Copa del Rey o trabajar de cara al futuro dando minutos a jugadores que la próxima temporada van a ser importantes. En definitiva, un deseo de todo el equipo de ofrecer a nuestros aficionados lo mejor de aquí a final de temporada. -A tenor de la trayectoria un tanto irregular en la calle hay una pregunta frecuente: ¿Qué le pasa al Ademar este año? ¿Cuál es el diagnóstico de Manolo Cadenas? -Todavía queda competición y una evaluación global es mejor hacerla al final de la temporada. En todo caso, ahora mismo yo creo que somos un equipo que está intentando hacer un buen final de temporada con unos buenos resultados. En lo que a nos pasa tal vez sea algo sencillo de explicar y es que los rivales que están por encima se han reforzado muchísimo y además nosotros no estamos jugando al nivel adecuado para luchar contra ellos. -Ahora más bien toca pelear por el cuarto puesto, ¿no? -Sí. En estos momentos estamos incluso corriendo el peligro de que nos superen los que vienen por detrás. No es que pase nada especial, pero de cara al futuro el equipo necesita alguna mejora en la calidad y también en la actitud. Calidad y actitud son dos premisas que en el futuro deben dar fuerza a este equipo. -¿Ha perdido actitud el equipo o algunos jugadores? -No, hablo del equipo como tal aunque a veces todo se contagia. Me refiero al equipo, como grupo. En ciertos momentos pueden salir partidos en que no hemos llegado por calidad o por espíritu. Y nosotros lo que buscamos en el Ademar no es la normalidad, sino intentar siempre hacer cosas grandes. Y en estos momentos, y eso ya es importante, estamos luchando por mantener la trayectoria de los últimos años y nuestro estatus. -Voy a ejercer de abogado del diablo. Se le acusa de ser el gran responsable de la situación irregular en que está el Ademar en estos momentos. -Hombre. Soy el entrenador y el que hace la plantilla. Entonces por supuesto que tengo una gran responsabilidad y como soy el responsable también a veces puedo ser el culpable. Puede que en estos momentos yo no esté sabiendo sacar más partido a la plantilla que tengo porque creo que lo puede hacer mejor. -Insisto en esta línea. Se dice también que hay jugadores que no se deciden a fichar por el Ademar por usted. -(Sonríe). No creo que se así. Está claro que hay jugadores a los que les gusta mi forma de entrenar y otros a los que no. Ahora tenemos serias posibilidades de fichar a un gran jugador como Mateo Garralda. ¿Alguien cree que si yo fuese un ogro querría venir a León?. Y hay más ejemplos como Jakobsen o Saric. -Su carácter demasiado exigente y obsesivo en el balonmano, ¿no cree que le pasa también factura? -Bueno, pero es que ese carácter exigente ha sido en mi trayectoria lo que me ha llevado a donde estoy y tengo claro que estar en el Ademar es una de las mejores cosas que me han podido suceder como entrenador. Entonces esa exigencia nunca la voy a perder porque nosotros en el Ademar queremos siempre estar por encima de nuestras posibilidades. -El Ademar actual, hablando como grupo, ¿es el más complicado que le ha tocado llevar? -No. Ha habido también etapas difíciles con momentos parecidos. Creo que no es el más complicado porque hay una buena disciplina y se entrena bien aunque insisto en que tal vez nos falte un poco de chispa. -¿Y esa falta de chispa a qué la achaca? -(Se lo piensa unos segundos) No lo sé a ciencia cierta. Tal vez el motivo haya que buscarlo en el equipo que formamos los que estamos este año y sumando nuestro carácter. Parece que esa suma no da la chispa que necesita un equipo como el Ademar para enfrentarse a los grandes cuando falta también algo de calidad. Yo estoy contento con la actitud general, pero creo que en ciertos momentos nos ha faltado la convicción y la garra que puede hacer ganar partidos. -¿A estas alturas ya es posible hacer un análisis de los fichajes de esta temporada? -Creo que aún es muy pronto. Aún estamos en competición y por supuesto que espero más de todos ellos en general. No voy a hablar en particular de cada uno, sólo diré que todos ellos están en una buena línea de trabajo. Lo que más se ha notado es que ninguno venía de jugar en la liga española y eso siempre requiere más tiempo de adaptación. Pero es evidente que todos ellos van a dar más. -El equipo va a sufrir al final de temporada muchas bajas. Los que acaban contrato no se quedan e incluso se rumorea que Ivo puede volver a Hungría. ¿Eso puede afectar a la estabilidad del Ademar? -Vamos a ver. Yo siempre digo que la mejor reestructuración del equipo la hicieron las circunstancias no la hice yo, que fue cuando ganamos la liga en la temporada 2000- 2001, y se pagaron las cláusulas de tres jugadores muy importantes y tuvimos que tirar para adelante con l o que había y al final conseguimos algo impensable, la liga. -Qué vibraciones tiene respecto al nuevo proyecto del Ademar y a los nuevos fichajes? --Prefiero no hablar mucho del futuro porque como digo todavía hay un presente. Otros años a estas alturas nunca habíamos hecho fichajes tan importantes como los que hemos hecho ahora. -El mercado cada vez está más duro. Para un equipo como el Ademar cada vez es más complicado fichar a jugadores de calidad. ¿Verdad? -Sí, está claro. Fichar a grandes jugadores cada vez es más difícil porque hay pocos y los equipos grandes están arrasando con todo por su pon En los tres o cuatro últimos años hemos tenido jugadores especiales, pero que eran también objetivo de los grandes. Antes parecía que podías tener grandes jugadores y que los equipos grandes no estaban tan preocupados de tener una plantilla tan amplia. Pero ahora los grandes no se conforman con catorce sino que tienen dieciséis jugadores importantes que aquí podrían jugar de titulares. Por lo tanto eso aumenta la dificultad para competir contra ellos. -Y la presencia de clubes emergentes como el CAI Aragón, con ganas y dinero para meterse en el grupo de arriba, todavía complica un poco más el panorama. -Es evidente. Ellos tienen ahora en el lateral a Mariano Ortega, que lo quisimos fichar nosotros, o a Zaky, otro gran jugador. -En estos momentos, al Ademar ya sólo le queda luchar por la Copa del Rey. ¿Realmente hay opciones o es optimismo ficticio? -La Copa del Rey sólo la hemos ganado una vez de diez participaciones. Es muy difícil pero es un objetivo, partimos de cero y todo puede ser posible. -¿Echa de menos a Isidoro Martínez en el banquillo? -Su baja fue muy importante para todos porque compartió conmigo la dirección del equipo durante diez años y fue la persona clave en la progresión de los jugadores claves. Siempre me ha unido con él una buena amistad cimentada en la relación especial que me dio el compartir con él los años más apasionantes e intensos de mi carrera deportiva. Él fue también quien propuso a su sustituto, a Jacobo. Una elección que ha sido un acierto, estoy muy contento con su trabajo y con tenerle conmigo.