Nuevos accesos provisionales y estacionamientos para tratar de evitar colapsos
Los tremendos atascos en las inmediaciones del circuito han caracterizado siempre la cita de Jerez, pero en los últimos años se ha estado trabajando para mejorar todos los puntos negros de esta singular carrera. Primero se acondicionó la infraestructura interior y a continuación, una vez resueltos los conflictos políticos, se pasó a buscar soluciones en los accesos, porque recorrer los siete kilómetros que separan la ciudad de Jerez de la Frontera de su circuito ha sido siempre un auténtico infierno. Las obras en las vías de acceso no se han conseguido concluir a tiempo, pero durante la celebración del Gran Premio de España el desdoble de la carretera de Arcos estará abierto con carácter provisional y cabe esperar que el tráfico pueda ser más fluido que en los últimos años, en los que la situación ha sido realmente caótica. Este año, el tráfico que llegue desde Sevilla y Cádiz a través de la autopista tendrá acceso directo a la autovía y se espera que haya menos problemas, aunque la fluidez total parece francamente impensable por la cantidad de público que llegará a la carrera que más gusta a los pilotos. Se han previsto más plazas de aparcamiento y se han anunciado medidas para reducir la velocidad en el tramo urbano de la avenida que desemboca en la carretera que conduce al circuito. Al mismo tiempo, se quiere promover la conducción sin alcohol en la popular avenida Álvaro Domecq, que a menudo se ha convertido en 'territorio sin ley' durante el fin de semana de la carrera.